LUCIA
Convencer a mi madre de que esté de acuerdo con el plan de Zara ha sido más difícil de lo que pensaba, no por el tema de la ciudadanía o el tratamiento de Ben, ya que ella, como yo, estaría dispuesta a hacer lo que sea necesario para poder darle a Ben el tratamiento que necesita; Sin embargo, ella se opone firmemente a que yo tenga que fingir una relación con Joshua, ella, por supuesto, no sabe que ya tuvimos una que fracasó miserablemente cuando recién estaba comenzando.
Pero con su infalible instinto maternal, puede notar que algo está pasando entre nosotros, sabe perfectamente bien lo que siento por él y sospecha que él está interesado en mí, pero Joshua no ha hecho lo suficiente para ganarse la confianza de mi madre, no solo porque sus problemas en el internado son ampliamente conocidos por todos los miembros del personal, sino que también se aseguró de que mi madre lo viera entrar y salir de su habitación con una serie de chicas durante semanas, así que según mi madre, y bueno, el resto del mundo, es un mujeriego.
Por supuesto, ninguna madre querría que su única hija y primogénita se involucraran con un hombre así, no importa cuánto dinero o renombre tengan, ella está aterrorizada, y con razón, que si acepto hacer esto terminaré herida por él y juzgada en todo el mundo como una cazafortunas.
He intentado explicarle en múltiples ocasiones que lo que la gente piensa de mí no me afecta en absoluto, de hecho, le he estado diciendo que me importa un comino, y que Joshua no puede hacerme daño, -más de lo que él ya lo ha hecho- pero no tiene por qué saber esta última parte, pero todos mis intentos han sido en vano; se ha negado a aceptar, ni siquiera después de decirle que va a perder su trabajo y podría ser deportada si no está de acuerdo con su oferta.
Así que hoy decidí recurrir a un truco bajo y mezquino, le voy a decir que si no aceptamos la oferta, además de ser despedida y echada de la casa, también perderé mi beca, esto no es algo que los Arlington me hayan dicho directamente, pero me dieron una pista de lo que sucedería. Sé que no es justo presionar a mi madre con esto, pero Ben necesita comenzar su tratamiento lo antes posible y no hemos podido recaudar ni una quinta parte de lo que cuesta la primera ronda de quimioterapia.
Cuando le digo esto a mi madre, se pone pálida y de inmediato me arrepiento de haberlo hecho.
“Lucía, no puedes perder la beca, esa es la única esperanza que tenemos de salir adelante para que puedas ser una profesional y no tengas que dedicarte a hacer un trabajo duro como el mío”, me dice con un hilo de voz.
"Lo sé mamá, por eso no quería decirte esto, no quería que te preocuparas más de lo que ya estás, pero tenemos que aceptar la propuesta de los Arlington, de lo contrario lo vamos a perder todo", le digo y las lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas, respiro hondo para no empezar a llorar también.
"Pero Lucía, siento que estoy prostituyendo a mis hijos por dinero", me dice con la voz quebrada.
"No mamá, no digas eso, sabes que a Ben le encantaría poder ayudar a el ala de cáncer infantil del Hospital, para él no sería trabajo ni tendría que fingir, y en cuanto a mí, solo voy a fingir que salgo con Joshua, pero eso no implica que va a pasar algo más entre nosotros, o que me van a obligar a hacer cosas que no quiero ”, intento explicarle y ella niega con la cabeza.
"Yo soy la madre aquí Lucía, yo soy la que debe mantenerte y no al revés, no vine a este país para explotar a mis hijos sino para darles un futuro mejor", me dice y yo tomo sus manos.
"Y eso es precisamente lo que quiero, mamá, esto solo será por unos meses mientras termine la campaña, después de que tengas tu ciudadanía y Ben tenga su tratamiento completamente pagado, puedes dejar tu trabajo, nos mudaremos de aquí, seguiré en la universidad, y podemos abrir el restaurante de comida colombiana con el que tanto tiempo has soñado, con el dinero que ahorremos mientras tanto, te ayudaré a atender el restaurante los fines de semana y todo saldrá como tú siempre has soñado, solo tenemos que aguantar unos meses y todo se acabará” le digo sonriendo y se queda en silencio un buen rato antes de decidirse a hablar.
"Está bien, lo haremos, pero tengo algunas condiciones", me dice.
"No serías Clara Marina Díaz González si no tuvieras condiciones", digo riendo.
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JOSHUA
Después de varios días esperando la respuesta de Lucy, mi padre se impacienta cada vez más, y hoy está de muy mal humor por un artículo de periódico que acaba de salir, en donde están criticando fuertemente nuestro Baile de Navidad, con un espacio en la portada donde todos aparecemos con nuestros elegantes atuendos bajo un enorme titular que dice "La Blanca Navidad de los Arlington", en referencia a los constantes rumores de r*****o y xenofobia que han rodeado a mi padre durante algún tiempo.
En la nota básicamente nos describen como una familia rica y esnob, con ínfulas de aristócratas y completamente absortos en nuestro mundo de fantasía mientras ignoramos los problemas sociales que vive nuestra comunidad; Si antes mi padre tenía alguna duda sobre la efectividad del plan de Zara, ahora se ha olvidado y está más que convencido de que solo Lucy y su familia pueden salvar sus elecciones.
Así que cuando Lucy aparece en el comedor con las manos entrelazadas en la espalda y los labios fruncidos con ansiedad, mi padre inmediatamente le pide que se siente a la mesa con nosotros y la trata con una amabilidad que nunca le ha mostrado a alguien que no posea un fondo fiduciario.
"Pasa, pasa, querida, siéntate, supongo que nos traes buenas noticias", le dice en un tono meloso que me provoca náuseas.
"Sí señor, mi madre y yo hemos estado de acuerdo con el plan que propuso, pero creo que es prudente trazar ciertos límites para que las cosas no se compliquen después y todo salga bien para usted y para nosotros", le dice. con una voz clara y alta, pero sé que está muy nerviosa por mucho que intente ocultarlo.
"Por supuesto querida, me alegro mucho de que lo digas, eso demuestra mucha madurez de tu parte", le dice mi padre, y miro a Zara que pone los ojos en blanco.
“En primer lugar, tiene que quedar por escrito que el tratamiento de Ben se pagará en su totalidad; En segundo lugar, la ciudadanía de mi madre debe lograrse en las próximas semanas, porque si vamos a estar en el ojo público de ahora en adelante, es lógico que nos vayan a investigar y no quiero que mi madre corra el riesgo de ser deportada”, dice Lucy con firmeza y mi padre asiente.
"Por supuesto, estas son solicitudes muy sensatas y se realizarán en el menor tiempo posible, ¿eso es todo?" le pregunta mi padre, y Lucy niega con la cabeza antes de continuar.
“Mi supuesta relación con Joshua no puede ir más allá de lo que se muestra al público, y tendremos que evitar mostrar cariño a toda costa, estoy dispuesta a abrazarlo y tomarlo de la mano, pero nada de besos, y por supuesto, no hace falta decir que no habrá ningún tipo de contacto entre nosotros fuera de los eventos públicos”, dice mirándome directamente.
Mi padre nos mira a ella y a mí con una expresión confusa, y al final, no puede soportarlo, así que espeta:
"No lo entiendo, pensé que estaban juntos", dice, y Lucy niega firmemente con la cabeza.
"Ya no, y no lo estaremos más, así que no tiene por qué preocuparse por eso en el futuro", dice y siento como una punzada en mi pecho, pero mi padre se ríe a carcajadas y dice levantándose y extendiendo su mano para estrechar la de Lucy:
"Ahora definitivamente me caes bien ... tenemos un trato."