EL LIBRO DE JOSHUA

CAPÍTULO CUARENTA

LUCIA

Joshua ha estado actuando extraño estos últimos días, el día después del Día de Acción de Gracias fue el más extraño de todos, habíamos quedado en mi casa para ver películas y jugar videojuegos mientras cuidaba a Ben, pero una de las primeras cosas que él me dijo cuando llegó fue "¿Cómo está tu madre?"

En un principio no me pareció sospechoso porque ella no estaba en la casa a esa hora y es habitual que alguien pregunte ese tipo de cosas, sin embargo, esa pregunta fue seguida por una que me dejó confundida.

"¿Y has hablado con ella últimamente?"

"Ehhhh, sí, hablamos todos los días" le respondí muy confundida porque no sabía a dónde quería llegar con eso.

"Oh, ya veo" fue lo único que respondió.

Traté de no pensar demasiado en sus preguntas extrañas y funcionó por un tiempo, sin embargo, se volvió más extraño un momento después de que detuve la película mientras iba a la cocina a hacer palomitas de maíz, y luego pude escuchar la vocecita clara de Ben diciendo:

"¿Josh? ¿Qué estás haciendo aquí?"

"¿Este no es el baño?" Escuché a Joshua responderle.

"No, es la habitación de mi mamá", respondió Ben en un tono confuso.

"Oh, claro, debería haberlo adivinado", respondió Joshua, entrando de nuevo en la sala de estar.

“Pero, ¿cómo puedes estar confundido? Ya has usado el baño muchas veces" le dijo Ben y antes de que Joshua le respondiera, agregó "Lucy ya te está volviendo loco de amor, ¿no es así?"

"Sí, definitivamente debe ser eso", respondió Joshua con una risa que sonó forzada.

Pero esa no fue la única vez que pasó, un par de días después lo encontré revisando los cajones de las mesas que están ubicadas en el living, le pregunté qué buscaba y me respondió que no encontraba el control remoto, pero lo tuvo a su lado todo el tiempo, cuando le señalé esto, se sonrojó y me dijo que ha estado muy distraído últimamente.

Realmente no sé qué pensar de todo esto, no tiene ningún sentido lo que ha estado haciendo, quiero decir, no es que tenga miedo de que Joshua esté tratando de robar algo de mi casa, porque no hay absolutamente nada aquí de valor, además de que él tiene toda una mansión llena de cosas lujosas y extremadamente caras, y no olvidemos que si quisiera algo solo tendría que deslizar su tarjeta de crédito y podría tenerlo instantáneamente.

He tratado de encontrar una explicación lógica para todo esto, pero no puedo pensar en ninguna, así que decidí dejarlo pasar por el momento.

Hoy tengo cosas más importantes de las que preocuparme, como el hecho de que Joshua me invitó a ver el eclipse lunar que ocurrirá esta noche, después de que me emocioné al ver las noticias sobre el eclipse la semana pasada, Joshua planeó un viaje completo para ir a un campo lejos de la ciudad donde se puede ver mejor el cielo nocturno.

Así es como me enteré que su abuelo materno era un apasionado de todo lo relacionado con la astronomía y por eso le dio a Joshua el hermoso telescopio que se posaba junto a la ventana de su habitación y que siempre había admirado cuando éramos niños, parece que hoy por fin tendré la oportunidad de usarlo.

Estoy terminando de vestirme, después de haberme cambiado veinte veces de atuendo porque no sabía si debía estar cómoda o sexy, al final decidí que un vestido suelto con un jersey de punto y un par de zapatos planos era la opción ideal, cuando me estoy poniendo los zapatos alguien llama a la puerta y después de preguntar quién es y escuchar la voz de Joshua desde el otro lado, le digo que entre y él lo hace lentamente, después de mirarme de pies a cabeza, silba con aprobación y me sonrojo.

Le digo que se siente en la cama mientras termino de peinarme y ponerme unos pendientes, cuando por el reflejo del espejo veo que se inclina y mira debajo de mi cama…. Mmm está bien, eso es completamente extraño e inapropiado.

"¿Qué estás haciendo?" Yo le pregunto.

"¡Nada!" dice levantándose tan repentinamente que su cabeza golpea la esquina de la mesa de noche y se escucha un fuerte golpe, así que me preocupo de inmediato.

“¡Dios mío, Joshua! ¿Estás bien?" Le pregunto corriendo a su lado y tomando su cabeza para comprobar que no está herido; afortunadamente no lo está, pero puedo notar que se le forma un bulto en la cabeza, así que le digo que espere mientras voy a la cocina por algo congelado para poner en su cabeza.

Él simplemente asiente y me apresuro a ir a la cocina, después de envolver una bolsa de guisantes congelados en un paño, regreso a la habitación y lo encuentro revisando el cajón de mi ropa interior, así que me aclaro la garganta para hacerle saber que estoy aquí e inmediatamente palidece.

"¿Qué crees que estás haciendo?" Le pregunto y traga saliva antes de contestar.

"Nada, solo estaba buscando un espejo de mano para poder ver bien mi cabeza, lo siento, no quería mirar a través de tu ropa interior", me responde avergonzado.

"Está bien, ya revisé y no tienes una herida que requiera puntos, toma, ponte esto donde tienes el golpe", le digo dándole los guisantes congelados.

"Gracias Lu" responde tímidamente, tomando los guisantes de mis manos y colocándolos en su cabeza.

"Fue un golpe fuerte, ¿estás seguro de que no quieres ir al hospital?" Le pregunto y él niega con la cabeza.

"No, estoy bien, no te preocupes, además, deberíamos salir o vamos a llegar tarde", responde en voz baja.

"Está bien, vámonos entonces, pero a la primera señal de una conmoción cerebral te llevo inmediatamente a ver a un médico", le digo con firmeza.

"Está bien, trato", responde sonriendo.

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Llevamos un par de horas conduciendo y ya está oscureciendo, así que me preocupa que estemos perdidos y le hago saber mis dudas a Joshua, pero él responde que casi estamos llegando a nuestro destino.

Cinco minutos después, toma un desvío hacia un camino que conduce a una pequeña colina y después de conducir unos kilómetros más, llegamos a un claro en el punto más alto, se ve tan tranquilo y solitario que por un momento me asusta, pero luego entiendo que este debe ser un lugar perfecto para observar el cielo nocturno.

"¡Hemos llegado!" Joshua exclama feliz.

"Es hermoso y tan tranquilo", le digo y él sonríe.

“Lo sé, mi abuelo y yo solíamos venir aquí cuando venía de visita, era una de las pocas cosas que Zara y yo disfrutamos haciendo juntos” me informa con un tono triste en su voz, y de repente recuerdo que su abuelo falleció hace un par de años cuando él estaba en el internado, recuerdo haber pensado que lo volvería a ver en el funeral, pero nunca vino.

Dudo sobre si debería preguntarle algo de su abuelo porque no quiero sonar demasiado entrometida, así que decido no decir nada sobre el funeral.

"Lamento mucho su partida, sé lo mucho que lo amabas", le digo tomando su mano y él responde con un suave apretón, pero no dice nada más y no lo presiono más porque sé que si estuviera dispuesto a hablar de ello, me lo habría hecho saber.

Cuando salimos del auto empiezo a arreglar la manta y la canasta de picnic mientras Joshua configura el Telescopio y lo coloca en la posición correcta, es fascinante ver lo concentrado que está en su trabajo, tiene esa pequeña arruga en la mitad de las cejas y los labios fruncidos, como cuando intentaba tocar una canción en el piano sin fallar ninguna nota.

Una vez que todo está arreglado de su lado, me pide que vaya a ver a través de la lente del telescopio y comienza a nombrar una serie de estrellas y constelaciones, debo admitir que estoy muy impresionada con su vasto conocimiento sobre las estrellas nocturnas, y no puedo evitar bombardearlo con decenas de preguntas a las que responde con entusiasmo.

Un rato después, nos sentamos en la manta para comer algunos de los sándwiches que trajimos y el mismo vino blanco que tanto me gustó en nuestra cita en la cabaña familiar de Nate, después de hablar un rato, él comienza a besarme y no puedo evitar temblar cuando siento sus caricias en mi cuerpo necesitado, este es sin duda el lugar más romántico al que me ha llevado Joshua y es la receta adecuada para que esta noche sea perfecta.

Por un momento sus labios se separan de los míos y protesto haciendo pucheros, lo que hace reír a Joshua y se inclina para tomar algo de su chaqueta, cuando estoy a punto de preguntarle qué está haciendo veo que saca una larga caja de terciopelo n***o y la pone en la palma de mi mano.

"¿Qué es esto?" Pregunto confundida.

"Es tu regalo de Navidad" me responde sonriendo.

"Pero todavía quedan un par de semanas antes de Navidad" le respondo aún más confundida que antes.

"Sí, lo sé, pero tú sabes que mis padres siempre hacen un Baile de Navidad y quería poder darte el regalo antes para que puedas usarlo ese día", me dice.

"¿Qué?" Le pregunto sorprendido.

"Me gustaría que me acompañaras al baile anual de Navidad de mi familia, ¿me harías ese honor?" Me pregunta al mismo tiempo que abre la caja y dentro veo el collar más lindo que he visto en mi vida, es una delicada cadena de oro rosa, con un dije que tiene las letras J y L entrelazadas en un hermoso símbolo, con un pequeño diamante en el medio, es tan hermoso que quiero llorar.

Joshua ve mi expresión y me pregunta preocupado "¿No te gusta? Podemos modificarlo si quieres "

"No, no es eso, es solo que es muy hermoso", le digo y él sonríe de oreja a oreja mostrando sus hermosos hoyuelos y su encantadora sonrisa, y me derrito por dentro.

"Me alegro que te haya gustado, ¿puedo ponértelo?" Me pregunta y yo asiento porque no encuentro las palabras para decir nada más.

Joshua se pone de pie y luego se arrodilla detrás de mí, suavemente pasa mi cabello hacia uno de mis hombros y abrocha el collar, luego de terminar de ponérmelo comienza a darme besos suaves en mi cuello y luego de eso, olvido todo a mi alrededor, incluso mi propio nombre.