LUCIA
Los días han pasado como una seguidilla de mañanas, tardes y noches que se entremezclan y se confunden sin que yo pueda distinguir cuál es cuál. Ni siquiera estoy segura de cuántos días han pasado desde que Joshua rompió conmigo porque pensó que lo había engañado con Andrew.
Los primeros dos días decidí no caer sin pelear, así que me propuse buscar a Joshua para tratar de aclarar este horrible malentendido, pero él simplemente me ignoró y al final, usando mi movimiento característico, simplemente me bloqueó de todas las r************* y luego puso mi número en la lista negra, así que fui a ver a Nate con la esperanza de que me creyera y pudiera tratar de hacer que Joshua entrara en razón, pero, aunque Nate me creyó, fue imposible que lo escuchara y al final regresó derrotado, diciendo que su mejor amigo era un idiota por creer esas mentiras sobre mí y me aconsejó que me olvidara de él y siguiera con mi vida.
He tratado de seguir el consejo de Nate, porque, aunque al principio me costaba aceptarlo, ahora tengo la certeza de que Joshua siempre creerá lo peor de mí sin siquiera preguntarme primero, o dejarme explicar, al contrario, ha estado decidido a mostrarme que está dispuesto a lastimarme tanto como cree que lo lastimé a él.
Él se pasea por el campus con una chica diferente todos los días y se asegura de que mi madre lo vea volver a casa con chicas diferentes todas las noches, incluso con varias chicas al mismo tiempo, y mi madre, por supuesto, se sorprende, porque ella, con su intuición maternal, pensó que estaba interesado en mí, por lo que me hizo saber lo que pensaba de que yo estuviera cerca de un mujeriego como él.
Mientras tanto, paso mis días como un muerto viviente, o más como un zombi, tratando de hacer una tarea a la vez y esforzándome para hacer la siguiente, por lo que mis días han consistido en hacer listas mentales de las cosas que debo hacer, para no olvidar ninguna de los imprescindibles, como: ponerse los pantalones o algo así.
Así, he ido consiguiendo cada pequeño logro: levantarme: listo, bañarme: listo, cepillarme los dientes: listo, vestirme con ropa decente para no parecer una loca: cuesta más trabajo de lo que pensaba, pero, listo.
Ahora solo tengo que asistir a mis clases y tratar de prestarles atención sin romper a llorar o tirarme encima de Andrew y golpearlo hasta que llore, claro que no lastimaría su fea cara más de lo que ya lo hizo Joshua, porque después de un par de semanas, las secuelas de su pelea con Joshua todavía se pueden ver claramente en su rostro, y debo admitir que me complace saber que él sufrió las consecuencias de su ataque contra mí.
Por supuesto, nunca pensé que yo también sufriría las consecuencias de ser víctima de tal atropello, antes solía pensar que Joshua siempre estaría ahí para defenderme de cosas así, para asegurarse de que estaba a salvo y para cuidarme cuando me era imposible cuidarme sola, como hizo Tom con Zara cuando ella sufrió una situación similar; pero no, Joshua hizo lo contrario, se volvió hacia mí y de inmediato me culpó por lo sucedido.
Si en los primeros días había estado tratando de encontrarlo en alguna parte y básicamente acosarlo para intentar que me hablara y escuchara lo que tenía que decir, porque, aunque parezca absurdo y estúpido, sentí que era mi deber hacerlo, no renunciar a él, a nosotros, tan rápido y luchar por esto, tal como él lo hizo cuando pensé que se acostaba con Kate a mis espaldas, solo que, a diferencia de mí, él no estaba dispuesto a escuchar.
Entonces, ahora en lugar de buscarlo, trato de evitarlo lo más posible, como conozco su horario de clases, siempre llego antes que él y salgo después de que él ya se fue, ahora elijo el camino más largo para evitar pasar por delante del edificio de la facultad de derecho, y por supuesto, nunca voy a la cafetería principal de la universidad donde sé que estará rodeado de chicas.
Mia me ha estado acompañando todo el tiempo y asegurándose de que tenga la fuerza de voluntad suficiente para no volver a caer y empezar a buscarlo de nuevo, su rabia contra Joshua a veces es vigorizante y otras veces es demasiado para mí, afortunadamente Mia ya se ha convertido en una experta en esta área y ya sabe cuándo detener sus peroratas antes de que me duela demasiado, incluso antes de que yo misma lo sepa.
Mi único consuelo y distracción ha sido Ben, él, con su madurez inusual, ha decidido no presionar el tema y solo ha tratado de distraerme de todas las formas que se le ocurrieron, así que cuando no estoy en clase ni en el trabajo, estoy con Ben; En las últimas semanas hemos visitado más lugares en la ciudad que en los últimos años, y estoy feliz de tenerlo a mi lado para alegrarme los días.
En el trabajo no me ha ido mejor que en la universidad o en casa, pues he estado distraída la mayoría del tiempo, esto me ha complicado las cosas porque he cometido más errores en estas semanas que en todo el tiempo que llevo trabajando aquí, creo que si no fuera por el cariño que me he ganado de la supervisora, ella me hubiera despedido hace mucho tiempo, pero en lugar de hacer eso, contrató a un chico nuevo llamado Thiago, que nació aquí pero sus padres son de Argentina, así que afortunadamente también habla español y podemos mantener conversaciones en privado, es un chico dulce y amable, con muchas ganas de aprender, siempre hace bromas para tratar de animarme, porque incluso él, que no me conoce desde hace mucho tiempo, puede darse cuenta de lo mal que la estoy pasando.
"Hola Lucia" Thiago me saluda con una sonrisa y yo respondo con una pequeña sonrisa y agitando la mano.
"Hola Thiago, ¿cómo estás hoy?" Yo le pregunto.
"Mejor que tú, al parecer, ¿has dormido al menos un poco? Te ves cansada", me dice, y cuando ve que me da vergüenza y trato de peinarme un poco el pelo con los dedos, una expresión de mortificación cruza su rostro y dice con vergüenza "Lo siento, no quería decirlo así, solo ... Me preocupa que no estés descansando bien, pero no tienes que preocuparte por tu apariencia, te ves muy linda, como siempre” luego de esto se sonroja y con una breve excusa entra al vestuario de hombres, así que me dirijo al área de la piscina sonriendo un poco por la reacción de Thiago.
Cuando llego a mi área y empiezo a tomar pedidos de bebidas, lo que había estado temiendo toda la semana se hace realidad, Joshua se encuentra en una de las sillas de sol que están justo en la sesión que me corresponde a mí asistir hoy, flanqueado por dos hermosas chicas en diminutos bikinis, una es una pelirroja delgada con un cuerpo de súper modelo y la otra es una morena de piernas largas que se pone boca abajo mientras le hace un gesto a Joshua para que desate la parte superior del bikini y le aplique bronceador en la espalda.
"¡Hey niña!" un hombre de mediana edad con una gran barriga chasquea los dedos hacia mí con una expresión molesta, y me doy cuenta de que estaba distraída viendo la escena frente a mí en lugar de terminar de tomar su pedido, así que rápidamente me disculpo y termino de tomar su pedido de bebidas, pero parece enojado.
Mientras me dirijo al bar para hacer el pedido, me encuentro con Thiago que frunce el ceño en cuanto me ve y me pregunta “¿Qué te pasó, Lucía? Estás pálida, parece que has visto un fantasma "
"Más como una película de terror", respondo, y él inclina la cabeza confundido, así que le digo: "¿Podrías hacerme un favor?"
"Lo que quieras", responde sin dudarlo.
"¿Podrías cambiar de sección conmigo? Hay algunas personas en mi sección a las que no quiero servir, por favor", le suplico, y él me sonríe antes de responder.
“Claro que lo haré, pero primero tienes que decirme por qué no quieres servir a esa gente. ¿Debería estar preparado para que me arrojen una copa por la cabeza? "me pregunta.
"No, no, nada de eso, es más por un asunto personal, pero ahora mismo no puedo decirte todo, así que ¿puedes hacer eso por mí?" Yo le pregunto.
“Por supuesto que lo haré, ¿es esa la orden que debo traer? ¿Para quién es?” Me pregunta tomando la bandeja de mis manos, con las bebidas que me acaba de dar el bartender.
Cuando Thiago y yo salimos del bar riéndonos de la imitación que acaba de hacer del bartender, se va a mi zona anterior a entregar las bebidas y yo me dirijo hacia el otro lado para empezar a atender la zona que antes era de Thiago.
Con cuidado de no parecer demasiado obvia, miro hacia donde va Thiago y me doy cuenta que el hombre de la barriga grande parece aliviado de que haya un nuevo mesero reemplazándome, probablemente estaba pensando en solicitar un cambio de mesero él mismo, así que de ese lado todo está bien, pero cuando miro rápidamente hacia donde está Joshua, me doy cuenta que dejó de aplicar el bronceador a su compañero y está mirando a Thiago con una mirada confusa, en ese momento Thiago termina de entregar las bebidas de los otros clientes, y se dirige a tomar la orden de Joshua y su grupo, pero antes de eso mira donde estoy y me da una amplia sonrisa como diciendo que puede manejarlo y que no debería preocuparme, sin embargo Joshua sigue el curso de su mirada y cuando sus ojos se posan en mí, su mirada emana una frialdad y rabia que no había visto antes.