—Brayiam por favor —agarro su mano. —Suéltame… me lo prometiste —me mira y cierra los ojos, me suelta y lo miro. — ¿¡Qué carajo te pasa!? Eres un idiota —digo frustrada. — ¡Estabas coqueteando con él! —se queja y me mira mal, ¿qué puto problema tiene? — ¡Tú sabes porque lo hice! —lo miro sería — ¡por ti! —susurro y me mira sorprendido ante mis palabras. — ¡Porque no te das cuenta! —Cierro los ojos, los abro y lo miro. —Eres un desagradecido —susurro y pongo mi cara de víctima. —Lo siento —se me acerca y me alejo. —Muñeca ven, hablemos —entro al baño y le cierro la puerta en la cara. Sonrío. Es un idiota si cree que eso me intimida o que le tengo miedo. Cree que en realidad me importa y que puedo llegar a enamorarme de él, yo ya me enamore y solo alguien me importa ahora. Brayiam me val