Ashley Castle El fortachón de piel lechosa sujeta mi cintura para evitar que vuelva a caer, no entiendo cómo diablos acepte entrar al bosque y lo peor es que me han picado varios mosquitos y hormigas. —¿Cuánto falta? —pregunto. —Un poco más, —dice. —Eso me has dicho hace más de una hora y seguimos caminando, —reprocho. —Si quieres puedo llevarte en mi espalda, —comenta, me detengo a mirarlo—. Es una opción, caminaría más rápido de ese modo, —no entiendo por qué todo lo que deja salir por su boca es cargado de inseguridad e incluso noto que se pone nervioso. —Bien, —sonríe mostrando su perfecta sonrisa, creo que este hombre es muy perfecto, Kendall se agacha y subo a su espalda mientras apoyo mi cabeza en la suya. Debo mencionar que huele muy bien y la temperatura de su cuerpo es