Mientras manejaba mantenía apretado bajo su mano la mano de la chica quien se encontraba nerviosa. Era normal que tuviera nervios, su madre la había llamado dándole la dirección para encontrarse juntas en el aeropuerto. Cuando Nathan estacionó el auto la primera en bajarse fue ella, y caminar apresuradamente hacia el aeropuerto. No vio a su madre, buscó con la mirada por todas partes a la mujer idéntica a ella pero no la encontró. La figura de un hombre alejándose de espaldas le llamó la atención, conocía a la perfección ese caminar, sonrió al recordar el estúpido baile que él había hecho para hacerla reír. —¡Matías!—gritó. Éste no contestó. Un tiempo deseó que él fuera su padre, aquel hombre tan bueno que había sido su amigo cuando más necesitaba de alguien, ése deseo se le habí