A su lado estaba su padre, dentro de sí había mucha impotencia, no sabía si estaba manteniendo una conversación o sólo escuchaba a su padre regañarle. —Laura ¿me estás escuchando? Sobresaltó y miró a su padre, quien le había estado hablando hace largo rato. —No, papá. Estoy muy confundida con lo que quiero —Soltó sin soportarlo más. —Lau, cariño —Su padre le tomó las manos. —. A veces tenemos miedo de lastimar a los demás y no hacemos lo que en realidad queremos, lo que pide nuestro corazón, elige sin temor a lo que piensen los demás, mientras seas feliz, ¿de qué vale complacer a los demás si eres infeliz? —Es muy difícil, papá. Siento que ahora que llegó Thomás sino me caso lo más rápido posible no lo haré —dijo entre cortada, no tenía ni siquiera voz para hablar. —Aún lo amas.

