Cuatro años después.
Se miraba en el espejo mientras su madre subía el zíper de su largo vestido. Estaba recién peinada y maquillada por su madre, aún quedaba algo de tiempo antes de que tomaran rumbo a la iglesia.
—Lau, Paula quiere hablar contigo —Una de sus primas interrumpió su momento donde sólo se miraba al espejo sin decir nada.
—Está bien, ya regresó mamá —Le avisó a su madre y entró a la habitación donde se encontraban las damas de honor vistiéndose pero sólo estaba Paula.
Estaba muy roja y aún no tenía su vestido puesto. Laura trató de calmarla y cuando Edward llamó a la puerta los dejó para que tuvieran privacidad.
Después de tanto tiempo había llegado el día, a Laura le parecía ayer cuando apenas decidió seguir adelante, no lo podía creer pero valía la pena continuar.
