POV. GEDEÓN.
El ruido de los neumáticos contra el asfalto mojado de Chicago es el único sonido que me acompaña mientras la camioneta avanza a paso firme por las calles desiertas. Las luces de la ciudad parecen más frías mientras le da paso a paso a la noche. Como si todo el caos que acabamos de vivir ha borrado la posibilidad de volver a la normalidad, si es que eso alguna vez existió para mí.
Tengo a Ella dormida en mi regazo. Su pequeño cuerpo cálido, frágil, con la respiración acompasada, me recuerda porqué aún no he mandado al infierno todo este mundo que nos traga vivos. Me aferró a su pequeño cuerpo como si fuera un ancla. Como si su existencia pudiera redimirme, aunque sea un poco. Mi brazo derecho envuelve su espalda, y mi mano le acaricia el cabello de forma casi automática,
