POV. GEDEÓN.
Entro a la mansión después de dejar la oficina, he tenido un día largo, pero ya he solucionado lo que merece mi atención. Entro al salón donde escucho la risa de Ella. Sentada en el sofá, como si nada hubiera pasado, esta Rebeca.
Me detengo en seco. El aire se vuelve denso y pesado. Mis ojos se encuentran con los de Rebeca, que tiene esa sonrisa de suficiencia que siempre me ha sacado de quicio, como si supiera que tiene todas las cartas y no piensa soltarlas. Pero antes de que pueda abrir la boca, Ella se pone de pie de un salto, dejando claro que ya está bien del accidente.
—¡Papi! —Ella corre hacia mí, su pequeña figura volando por el salón con la misma energía que siempre—. ¡Ya mi mami está en casa! Y dice que vamos a Disney.
Disney... ¿qué carajos?
Me agacho para
