Lo observo en el escenario de La Voz Portugal, y el verlo tan feliz haciendo lo que más ama hacer, me hace sonreír. Parezco una fan mas... en realidad lo soy, ¿a quién quiero engañar? Las mujeres le gritan, cantan a la par, y pienso en la magia que tiene la música... no importa qué idioma hables, ni la religión, ni nada... solo importa sentir esa conexión con la canción y disfrutar. Al notar que está a punto de terminar su actuación, decido ir al camerino y esperarlo allí. Hemos quedado de ir y disfrutar de la noche en Lisboa ya que mañana al finalizar el concierto de Navidad partiremos directamente al aeropuerto para pasar unos días en Málaga antes de ir a Madrid para la final de La Voz España. Tenemos una agenda apretada, pero ya está llegando a su final; al menos hasta que comience la