Aprendiendo a Actuar

834 Palabras
Una sensación extraña sobre mi espalda, hace que abra los ojos lentamente. Al mirar a mi costado, allí está el mirándome detenidamente y con una preciosa sonrisa en su rostro. -Buenos días mi bella durmiente.- Dice y deja un tierno beso en el mismo sitio que me acariciaban sus dedos. -Buenos días guapo.- Respondo sonriente y al encontrarme con el reloj en mi visión periférica, me siento en la cama rápidamente. -¡Mierda!- Exclamo y él me mira entrecerrando sus ojos. -Eso no es muy romántico que digamos.- Dice entre risas. -¡Pablo, son las diez de la mañana!- Exclamo mientras me pongo de pie. –A las doce tienes una grabación con un programa de televisión y tenemos que ir al hotel a cambiarnos.- Le explico mientras me mira totalmente confundido mientras me coloco mi ropa. -Esperaba comenzar el dia de otra manera.- Se queja como un niño. -Por favor Pablo, no estamos aquí de vacaciones. Antes que tu novia, soy tu publicista.- Le explico mientras le lanzo su ropa sobre la cama. Me mira con una sonrisa de oreja a oreja y no entiendo como esta tan tranquilo. -¿Cómo has dicho?- Pregunta con entusiasmo. -¡¿De qué hablas?!- Me está desesperando... -¿Mi qué?- Pregunta y no puedo creer que sea eso. Rio ante su accionar y me acerco al pie de la cama, inclino mi cuerpo al suyo y le doy un corto beso. –Tu novia. Ahora anda, vístete que tenemos que irnos.- Le suplico y jalo de sus brazos para que se levante. -¡No quiero ir! ¡Quiero quedarme aquí contigo metido en esta cama y besarte todo el día!- Dice y me recuera cuando mi hermano le decía a mi madre que no quería ir a la escuela. -Pablo, por favor... vamos... no me hagas arrepentir de haberte dicho que si. Seamos profesionales.- Le pido ya más seria. -Vale...- Dice resoplando y se pone de pie finalmente para finalmente comenzar a vestirse. Una vez que ambos nos vestimos, salimos de la habitación y cuando estoy a punto de tomar mi bolso, el me sujeta de la mano. –Cariño, ¿Por qué no desayunas algo? Necesitas alimentarte.- Me dice y yo niego. -No hay tiempo Pablo, busco algo luego. Vamos por favor.- Insisto y el por supuesto que no esta muy feliz con mi respuesta. -Al salir del hotel buscamos algo. No quiero que te me andes desmayando por ahí.- Dice esta vez serio y finalmente salimos del piso que ha sido testigo de muchas cosas hermosas. [...] -Debo dejar el auto aquí.- Dice cuando estamos a dos calles del hotel. Lo miro totalmente confundida y es que de verdad no me ha explicado de qué va esto. -¿Cómo?- -Quede con Jota que dejaba su auto aquí, además... no nos pueden ver llegar en este auto.- Dice y señala la furgoneta que está un poco más lejos y es la de Joaquín. No lo puedo creer... -Pablo, el no nos puede ver llegar juntos.- -Lo sé cariño, ¿Qué hacemos?- Pregunta y sé que esta igual de preocupado que yo. Miro alrededor del auto como buscando alguna respuesta y veo nuestra salvación. -Dile a tu amigo que luego le regresamos la ropa del gimnasio.- Digo y tomo el bolso deportivo que hay en el asiento de atrás. -Le agradeceré que se lo haya olvidado.- Dice entre risas mientras le entrego la sudadera y gorra que hay dentro. -Haz de cuenta que llegas de correr, sino te reconoce mejor.- Le explico. -¿Y tú?- Pregunta entrecerrando sus ojos. Sin decirle nada, desacomodo mi cabello un poco más de lo que esta y abro un poco el escote del vestido. -¿Qué haces?- Pregunta mirando el escote con una risa maliciosa. -Yo recién llego de mi noche loca, vamos... que se nota a leguas que me han follado muy bien.- Digo entre risas y el ríe conmigo. -¡¿Eso es lo que ha sido para ti?!- Pregunta haciéndose el ofendido. Debería estar preocupada, pero su cara me hace reír demasiado. –Claro que no guapo, pero vamos... si funciona para que no nos descubran... será eso para ellos.- Le explico dejándole un beso en sus labios. –Sal en como diez minutos y entra al hotel trotando, intenta que no te reconozca. – Le explico y bajo del auto. Camino lentamente hacia el hotel, y en el camino me coloco mis lentes de sol. Solo espero que Joaquin no me haga preguntas... -Señorita Belrose, ya estoy listo.- Me dice cuando me cruzo con él. -Vale, en media hora estoy. Le llamare a Pablo.- Explico y sigo caminando. Una vez que llego al lobby, camino hasta el elevador y espero. Las puertas del mismo se abren y cuando están por cerrarse, aparece el y sube. -No me ha visto.- Dice agitado. Sonrió y me contengo de darle un beso. –Perfecto, ahora alistémonos rápidamente y ya sabes reclámame por no pasar la noche aquí.- Digo entre risas. -¿Ósea que tenemos que actuar?- Pregunta de manera graciosa. -Si, practica... ya sabes, por si un día te sale un papel en una película.- Digo sonriente y bajo del elevador. Cada uno camina hacia su habitación en medio de nuestra actuación y reímos. –¡Lo tendré en cuenta!- Exclama a lo lejos... Definitivamente estoy muy enamorada de el como para hacer todo esto...
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