-¿No quieres?- Pregunta preocupado al notar que no puedo ni responder.
Lo miro fijamente y acaricio su rostro perdiéndome en su piel. –Pablo, soy tu publicista.-
-Que sea nuestro secreto; nuestro secreto de amor.- Dice de manera misteriosa.
-¿De que hablas?- Pregunto totalmente confundida y para empeorar la situación el me toma de la cintura como si fueramos a bailar y comienza a cantarme una cancion que apenas reconozco.
"Te voy a cambiar el nombre
Para guardar el secreto
Porque te amo y me amas
Y a alguien debemos respeto
Te voy a cambiar el nombre
En base a lo que has traído
Ahora te llamaras Gloria
Lo tienes bien merecido
Y hemos de darnos un beso
Encerrados en la luna
Secreto amor te confieso
Te quiero como a ninguna
Y puedo cambiarte el nombre
Pero no cambio la historia
Te llames como te llames
Para mi tu eres la Gloria
Eres secreto de amor
Secreto
Eres secreto de amor
Delante de la gente no me mires
No suspires no me llames
Aunque me ames
Delante de la gente soy tu amigo
Hoy te digo, que castigo
Eres secreto de amor
Secreto Eres secreto de amor"
-¿Qué dices? ¿Te atreves a ser mi secreto de amor y que yo sea el tuyo?- Me pregunta sobre mi oído.
No hay fuerza sobre esta tierra que pueda hacer que le diga que no; lo amo demasiado. –Acepto ser tu secreto de amor... acepto ser tu novia cuando estemos solos, y tu publicista delante de los ojos del mundo. Pablo, te amo.- Le digo bajo su atenta mirada.
-Yo también te amo Alexia. Te prometo que no te arrepentirás.- Me dice y lentamente sus labios se acercan a los míos. –Te voy a amar tanto...- Susurra para luego quitar toda la distancia que hay entre su boca y la mía.
Me besa de tal manera que me deja indefensa. Mi lengua se rinde a los encantos de la suya y se une en un juego que quema todo mi ser. Ya no hay absolutamente nada que nos detenga y se nota, porque no nos estamos dejando absolutamente nada guardado. Mis manos se enredan en su cabello, ese que me encanta. Sus manos recorren mi espalda de arriba hacia abajo hasta que finalmente se encuentran con mis glúteos y una sonrisa de placer se escapa de mis labios. –Te amo.- Vuelvo a repetirle sobre sus labios.
-Y yo a ti... no puedo más, te necesito.- Dice falto de aire.
-Yo te necesito a ti también... no te detengas por favor.- Le suplico y mis manos viajan hacia la parte de enfrente de su camisa y comienzan a desabrochar los botones de la misma.
-Muero por hacerte el amor.- Me susurra al oído mientras besa mi cuello y levanta mi vestido.
-Hazlo ahora... no perdamos más tiempo.- Le digo en medio de gemidos que se escapan de mis labios a causa de su experta manera de tocarme.
Sin decirme nada me toma de la parte baja de mis piernas y hace que las enrede en él y así abrazada a él y en medio de besos, entramos al piso y camina hacia la habitación. Cuidadosamente me acuesta sobre la cama y quita mis zapatos para luego volver a besarme. –Eres tan hermosa....- Susurra sobre mis labios mientras que sus manos luchan con la cremallera de mi vestido.
Las mías terminan de abrir su camisa y la quitan dejando ver ese perfectamente trabajado torso que tan bien recuerdo de nuestra primera noche juntos; esa donde concebimos a nuestro hijo. –Me vuelves loca.- Le confieso aferrada a su espalda.
-Tú me vuelves loco a mi... te deseo tanto...- Dice y quita mi vestido finalmente para dejarlo caer en el piso. –Eres la mujer más perfecta que jamás he visto.- Me dice mirándome a los ojos y sus labios van dejando besos por todo mi cuerpo hasta detenerse sobre mi vientre y besar a su hijo. –Te amo a ti también.- Le dice y muero de amor con sus palabras.
Mi lencería vuela por el aire al igual que el resto de la suya...El deseo se apodera de cada rincón de nuestros cuerpos, los mismos que cada uno ha recorrido en el otro a punta de besos. –Pablo, por favor...- Le suplico y el sonríe.
Sin dejar de mirarme, el entra en mi y ahora si siento que todo el cielo con mis manos. Se mueve en mí haciéndome tener que mover también a causa de todo lo que lo necesito. Esto no tiene nada que ver con nuestra primera noche; hoy estamos haciendo realmente el amor...
Mi cuerpo ya no resiste mas placer, y sé que el suyo esta igual... lo siento, siento como su respiración en compañía de mis gemidos llenan esta habitación de sensaciones nuevas.- Te amo.- Me dice cuando su cuerpo explota junto al mío.
-Yo también te amo, y no tienes idea cuanto...- Digo con una enorme sonrisa en mi rostro a la cual él responde de la misma manera.
-Claro que lo sé, tu cuerpo me lo ha dicho.- Dice una vez que sale de mi y se acuesta a mi lado haciendo que lo abrace. –Dime por favor que no te he hecho daño.- Me pregunta con un rastro de preocupación.
-Para nada, y si lo dices por el bebe; el también está bien.- Digo sonriente.
-Es tan raro...-
-¿Qué cosa?-
-Es que siento que esta fue nuestra primera vez juntos, pero ya estas embarazada de mi y todo...- Dice con una media sonrisa.
-La otra vez fue solo sexo, hoy hemos hecho el amor... Pablo, yo también siento que fue la primera vez; es como si fuese esta noche la cual hemos concebido a nuestro hijo.- Comento a pesar de que suena tan extraño.
-Sí, siento lo mismo... Alexia, eres lo mejor que me ha pasado en la vida.- Me dice mirándome y me da otro beso.
Solo puedo besarlo sellando sus palabras y esta noche tan increíble que estamos pasando. Si me preguntan que es la felicidad, diría que es el.