Me reincorporo completamente, quedando sentada. —Espera, espera —lo miro atónita —¿Estas pidiéndome que invoque a otro demonio? —Si, ya te lo había dicho. Necesito que fabrique armas para mí y solo tú puedes traerlo —se reincorpora, se para frente a mí. —¿Y si me ataca? —pregunto temerosa. —No te hará daño, Mackenzie —se aleja un poco —Solo que si te advierto que le encanta jugar. Me entrega una hoja con algo escrito. Tomo asiento frente al dibujo, Luzbel hace lo mismo que yo. Tomo una gran bocanada de aire, Cierro los ojos durante unos momentos preparándome para lo que hare. Tú puedes hacerlo, Mackenzie. Si ya lo hiciste una vez, puedes hacerlo de nuevo. Ahora tienes a luzbel que te protegerá y no dejare que nada te suceda. Abro mis ojos viendo la nota en mis manos. Empiezo a recit