Dos días después, estoy trabajando cuando Logan aparece. ―Hay alguien en el salón que pregunta por ti. Frunzo el ceño ―Tu suegra. El vello de la nuca se me eriza y hago una mueca. ― ¿Estás seguro? Asiente. ―Me dijo que quería hablar contigo. Pero no estaba seguro de que quisieras recibirla. ―Para ser sincera, no quiero verla. ― ¿Pero? ―Pero no quiero que Dante sienta que no estoy intentando un acercamiento con su odiosa madre. ―Ya. Le diré que pase. Se da la vuelta. ―Logan. Lo llamo y este se detiene. ―No te vayas lejos. Asiente. ―Estaré cerca. Con eso sale y alargó la mano, tomo mi móvil y escribo un mensaje rápido. «Tu Madre está aquí.» Dejo el móvil a un lado a un lado cuando la puerta se vuelve a abrir y Celina aparece en mi oficina. Cómo siempre viste de manera