Sentí temblores, lo admito, mi corazón se partió más de lo que ya estaba. Pero respiré profundo y alcé la barbilla. Quizás Connor cambió en estos meses, ya no es el mismo, ya no... me quiere. Y duele aceptar eso. Pero sería lo correcto. Merece a alguien que no le mienta. Merece a alguien libre.
—¿Estas bien? —cuestiona Clara, escaneando mis movimientos.
Asiento repetidas veces.
—Si, estoy súper —le sonreí. Aunque creo que fue demasiado.
—Es mejor que dejemos la investigación para mañana —me dice. Se que no debería, pero asiento y empezamos a caminar hacia el auto.
Me lo merezco, merezco esto. Merezco sentir que mi corazón se rompe cada vez más con cada cosa qué pasa. Ese es mi castigo. Al llegar al auto me subo al asiento copiloto y Clara al conductor. Ella me mira por un momento.
—C
