—¿Cómo te enteraste? ¿Él te lo dijo? —pregunta Esteban, con el ceño fruncido. —Eso es lo de menos —responde Bella, sin rodeos—. Lo que quiero saber es por qué me ocultaste algo tan importante. Esteban suspira con pesadez. Baja la mirada por un instante antes de responder. —Bella, no quise preocuparte. Benedict puso demasiadas trabas, contrató a un ejército de abogados para impedir que el divorcio se concretara. Al principio creí que era solo un capricho, que en algún momento se rendiría, pero no lo hizo. —¿Y no pensaste que era importante para mí saberlo? —pregunta ella, con tono dolido. Esteban se pasa la mano por el cabello, incómodo. No encuentra palabras que justifiquen del todo su silencio. —Intenté decírtelo muchas veces. Pero tú no querías que nadie te hablara de él. Cada vez

