Cuando me recupero de la impresión tiros los test a la basura me vuelvo a ver a Vladimir quien me observa atento. - Ni una palabra a nadie, ni siquiera a mi padre – ordeno mientras salimos de la farmacia hacia el auto. - Por supuesto señorita – responde mientras nos subimos al auto. - Debemos apresurar todo lo que tenemos planeado – digo poniendo una de mis manos sobre mi vientre y sintiendo miedo por él, por qué lo que está por venir es muy duro. - Señorita con todo respeto, quiero informarle que a partir de ahora voy a convertirme en su sombra y que por ningún motivo voy a dejarla sola – dice con su mirada fija en frente. - Así será –