Ese día no era común para nadie, pero menos lo era para el tarifeño. Tenía un plan muy bien armado para la celebración de esa noche, tras ganar la licitación por la que pujaban esa tarde, y que estaba seguro que ganarían.
Otra vez, la negociación fue muy complicada, pero haciendo uso de varios recursos que habitualmente trabajaban junto a Lara para mejorar las respuestas que daban tanto a la competencia como a los posibles clientes, la cosa fue mejorando y acabaron victoriosos.
Todos los del Estudio habían quedado de encontrarse esa noche en un conocido restaurante en Puerta del Sol, uno de los lugares más importantes de Madrid.
En el lugar, esperaban Lara y los compañeros que no habían ido ese día con el cliente, solo faltaba el equipo liderado por Lucas, quien le envió un mensaje a su
