Estaban en el estacionamiento. Iban caminando juntos, tomados de la mano como si nada hubiera pasado desde la última vez que juntaron sus cuerpos. La felicidad emanaba por sus poros y se notaba en sus rostros. De pronto, Lucas tomó a Lara por la cintura y la apoyó en su auto, de modo que quedara acorralada entre sus brazos y mirándole fijamente. Cosa que ciertamente, a la chica no le molestó en lo más mínimo. Estuvieron así unos minutos. Sonriendo. Sin hablarse. Sus rostros si mantenían una conversación pero sin palabras, como desde niños. Se entendían el uno al otro sin hablarse. De pronto Lucas, rompió el silencio, aunque manteniendo su mirada y sonrisa hipnotizadas en el rostro de su amada… LUCAS – Soy adicto a ti, ¿sabías? LARA – Y yo a ti… (Acercó su rostro al de Lucas para besarl