Amalia. Todo pasa en mi cabeza en este momento. En tan solo un minuto. ¿Cuándo me convertí en esta maldita persona? Antes era una mujer fuerte, decidida e inteligente, nada me hacía llorar y ahora siento que mi mundo acaba de romperse y caer a pedazos a mis pies. Mi hermana y mejor amiga. Mi esposo, pensé que lo conocía y creo que nunca terminas de conocer a las personas. Pensé que conocía su corazón. Mis piernas tiemblan y me siento un poco mareada. Sebastián extiende sus brazos, pero me alejo y salgo de casa, quiero que Evelyn me lo diga en la cara. Trago grueso cuando lo pienso «que se acostó con Sebastián y lo peor me lo oculto por todo un año». Al entrar veo el auto de Larissa enfrente. —¡Les dije que lo mejor era decir la verdad! —dice Larissa. Limpio mis lágrimas y resp