Klauss no negó nada ante el consejo porque eso sería negar la autoridad de su hija frente a ellos, pero se apresuró en dar por terminada la reunión y llevársela de ese lugar. Los asistentes estaban tan sorprendidos con el gran parecido a Valeria y con el apoyo de Annabelle que ni siquiera trataron de oponerse a culminar la reunión antes de tiempo. Una vez en el castillo, Klauss se debatía en las opciones que tenía para hacer recapacitar a su hija de su error; no era que él no quisiera esa alianza, sabía que el clan lo necesitaba, pero era su hija y no quería verla ser infeliz el resto de su vida, porque eso sucedería sí ella continuaba en su terquedad. Su única arma para detenerla era decirle que Erick no había muerto, pero eso era darle esperanzas cuando ni él mismo sabía porque su cu