Siempre supe que papá odiaba que lo desobedecieran, pero no recordaba este tipo de comportamiento por parte suya, y muchos menos esa mirada; nunca me había mirado así antes, ni siquiera cuando vio que lo desobedecí y fui a la celda de Erick, encerrándome a mí misma frente a sus ojos, ni siquiera entonces, me miró de esta manera tan demandante, tan cruel. No sabía cómo responder ante ello; es decir, podría culparlo por ser tan intransigente o ser empática con él. Tenía que tomar una decisión, y sabía cuál era la respuesta; ¡Pero, es que no hay alguien que le guste admitir su derrota! Porque sí, tenía muy en cuenta lo preocupado que debió sentirse al imaginarme fuera del castillo con el peligro latente, expuesta. Le había prometido no apartarme de él y sin darme cuenta lo había intentado