Capítulo 3. La propuesta.

1295 Palabras
Clarisa comía felizmente hasta que alzó la vista y miró que ese hombre la observaba fijamente, se sintió avergonzada, así que se limpió la boca y se enderezó. —Soy Clarisa Smith. —Lo sé, soy un acosador después de todo, te investigué. —Si, tiene un rostro poco confiable. —Yo soy Ashton Kurt. —Lo sé, investigué un poco sobre usted. Ashton sonrió y se cruzó de brazos. —¿Entonces el acosador soy yo?. Clarisa se encogió en hombros, pero se enderezó rápidamente. —En aquella reunión, todas estaban interesadas en usted, así que sentí curiosidad, eso es todo, no es como que me guste o algo parecido, no es mi tipo. —Menos mal, como sea, esas peinetas eran una disculpa sincera de mi parte, no trataba de impresionarte, espero que no lo hayas mal entendido— dijo Ashton mirando hacía las estudiantes que recién habían llegado, cinco chicas de preparatoria que reían y decidían que comprar, pues al parecer no llevaban suficiente dinero. —No volveré a disculparme—Dijo Clarisa sintiéndose algo mal. Ashton la miró y asintió. —Es suficiente, terminemos esto aquí— dijo poniéndose de pie, Clarisa lo miró sin entender, ¿Ya se iba?, no había comido nada, ¿Se había ofendido?. Ella lo miró caminar hasta esas jóvenes, quienes no ocultaron su emoción de que un hombre tan guapo les hablara, Clarisa solo rodó los ojos, ¿Por qué se emocionaban tanto por un hombre?. De pronto esas jóvenes gritaron emocionadas y la miraron con una cara llena de felicidad, Clarisa no entendía nada, ¿Qué les había dicho él para ponerlas tan felices?. Ashton volvió a la mesa y tomó su hamburguesa. —Les dije a esas estudiantes que vas a pagar todo lo que ordenen. —¿Qué?, ¿Por qué?. —Yo gasté mi dinero para disculparme, es justo que tu hagas lo mismo, espero no volver a verte Clarisa Smith, no seas tacaña y paga— dijo él para después marcharse. —Oye…—Clarisa solo lo miró salir sin más, ¿Qué clase de hombre era él?, era increíble. A Clarisa no le quedó de otra que pagar por la cuenta de aquellas chicas que le agradecieron infinitamente. Tuvo que volver a la universidad caminando, subió a su auto y condujo hasta su casa sin dejar de pensar en Ashton Kurt, la verdad era, que le resultó demasiado interesante conocerlo, tal vez no fue la mejor forma, pero él, tenía algo que llamó su atención. Una semana después… —Señor, el señor Carlos Smith ha vuelto a llamar, quiere fijar una cita para verlo. Ashton estaba detrás de su escritorio, se quedó pensando por unos segundos, no quería tener nada que ver con los Smith, no después de aquel conflicto con Clarisa, o al menos era lo que se decía así mismo, por tal motivo había rechazado reunirse con el señor Carlos. Pero, por alguna razón, no paraba de pensar en ella, en esos labios y esos ojos, en ese descaro tan encantador y esa lengua que disparaba dagas. —Está bien, fija una cita para esta tarde—Respondió Ashton. —Si señor. —Dime que sabes de Clarisa Smith—Pidió Ashton. —Pues, es una chica muy inteligente, está estudiando su tercera carrera universitaria. —¿Qué?—Preguntó Ashton asombrado. —Si, yo también me sorprendí cuando lo supe, terminó su primera carrera a la edad de dieciséis años, adelantó años durante la secundaria y la preparatoria, así que terminó la carrera de administración en tan solo un año y medio. —¿Un año y medio?. El asistente asintió. —Luego estudió enfermería, terminó la carrera en cuatro años, y ahora está cursando el último año de contabilidad, y por lo que se, tiene notas sobresalientes, y un doctorado. —¿Por qué sigue estudiando?. El asistente alzó los hombros sin saber. —Solo ella puede darnos una respuesta. —¿Y qué más?. —Pues tiene una tienda de ropa en línea, de echo su página web es muy popular, vende su propia marca, tiene una sede en Singapur, pero ella no la maneja. —¿Estás diciendo que esta chica es súper dotada, que tiene su propia empresa, pero vive la vida de una universitaria sin preocupaciones?. —Si, vive con sus padres, mantiene un perfil muy bajo, me resultó difícil encontrar información verídica sobre ella. Ashton sintió mucha más curiosidad por saber más de ella, pero su asistente no sabía nada más. Así que le tocaría investigar por su cuenta. Esa misma tarde, se reunió con el señor Carlos Smith, el señor Smith era un tipo adulador, ya mayor y demasiado engreído, Clarisa no se parecía en nada a él, así que Ashton suponía que debió de adquirir los buenos genes de su madre. —Muchas gracias por recibirme señor Kurt. Ashton solo asintió. —Dígame que necesita. —Pues verá, le traigo una propuesta que espero llame su atención— dijo el señor Smith extendiendo un folder lleno de documentos. Ashton lo tomó y empezó a examinarlo en total silencio. —Verá, mi empresa no es muy conocida, estamos tratando de entrar a la bolsa de valores para poder inyectar capital a nuestros proyectos, pero como bien sabe, eso cuesta dinero. Ashton cerró el folder, no le hacía falta examinarlo, miró al señor Smith, quien titubeo ante el silencio de Ashton. —Si usted invierte en nuestra empresa, no va arrepentirse—Continuó el señor Carlos. —Entrar a la bolsa de valores es una apuesta, y honestamente, su empresa no es muy estable, me tomé la tarea de hacer mi propia investigación. El señor Smith sonrió con nerviosismo. —Tiene razón, estamos en la cuerda floja, pero tengo proyectos que podrían sacarnos a flote, solo necesito que confíe en mí. —No estoy en donde estoy solo por confiar señor Smith, para mi, los números hablan. El silencio se volvió incómodo para el señor Smith. —Muchas gracias por su tiempo… —Hay un proyecto en su empresa que me interesa. El señor Smith volvió a tomar asiento mientras que Ashton buscaba las palabras correctas. —Como sabe, tenemos acciones en diferentes sectores, uno de ellos es la venta minoritaria en línea, soy accionista mayoritario de Bluside, creemos que nuestras estrategias de ventas se volvieron un poco obsoletas, y uno de sus proyectos me pareció muy interesante, quisiera comprarlo. —¿Cuál proyecto?. —El proyecto ‘Mi estilo, mi decisión’, pude ver un poco de la campaña publicitaria, aunque tengo entendido que jamás salió a la luz. El señor Smith se quedó pensativo. —Se pausó porque no era lo que necesitábamos en ese entonces, pero…¿Cómo supo de… —Quiero comprar el proyecto, y por supuesto que el responsable de dicha campaña, trabaje para mí, le pagaré buenos honorarios. —Mi hija fue quien propuso ese proyecto. —¿Su hija?—Preguntó Ashton fingiendo no saber. —Si. —Bueno, le haré una oferta— dijo Ashton y escribió una cifra en un papel, una cifra que el señor Smith no pudiera rechazar. —¿Qué le parece?. El señor Smith no era tonto, se acomodó la corbata y respiró hondo, de pronto tuvo una excelente idea. —Por supuesto, acepto el trato, en cuanto a mi hija, sé que ella estará más que feliz de poder trabajar aquí. —Excelente, le propondré algo, si esta campaña sale bien, invertiré en su empresa, sin importar los riesgos. El señor Smith sonrió ampliamente. —No se arrepentirá, lo prometo. Firmaron algunos papeles y charlaron un poco más y cuando el señor Smith se marchó, Ashton sonrió, estaba seguro de que Clarisa iba a estar muy molesta.
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