—Nani!! hasta que te reportas.
—Y tú a ver a que hora me abres la puerta.
—¿Estás aquí?
—Claro.
Pego un enorme grito y me levanto de prisa al salir de la habitación casi choco con Kiliam que se ve medio dormido, con el pelo alborotado y solo trae puesto un bóxer.
—¿Estás bien? Te escuche gritar.
Yo pasó saliva por la impresión.
—Discúlpame es que mi abuela está aquí.
El sonríe.
—Bueno menos mal que todo está bien.
Yo bajo corriendo mientras el se queda sonriendo, abro la puerta y mi abuela está guapísima como siempre, le doy un enorme abrazo y la lleno de besos.
—Vaya hija si que me extrañabas y cuando veas el delicioso desayuno que te traje estarás mas feliz.
—Si Nani te extrañaba mucho, pasa para que conozcas la casa.
Entramos y ella me sonríe.
—Es una casa muy bonita hija,
