Entramos y se sorprende. —Vaya esta bastante surtido. —Si, yo tampoco lo hubiera imaginado. Empezamos a comprar todo y sólo encontramos algunas películas de terror que no parecen estar muy buenas, también me he fijado que con cada persona que nos hemos topado nos observan con curiosidad. —Eli te has fijado como nos observan todos y eso que aún no saben quien soy. —Lo siento Kiliam no puedo entender porqué las personas reaccionan así con algo qué pasó hace tantos años. —No te preocupes en realidad ya estoy acostumbrado, pero no quiero volver a Minnesota así que no me importa como me vean. Yo sonrío con tristeza, empezamos a discutir por quien va a pagar las cosas pero obviamente la cajera cae en los encantos de Kiliam y acepta su tarjeta. —Usaste tus encantos para no dejarme pagar.