CAPÍTULO 44: Pláticas que duelen

1823 Palabras
[DIEGO] (Dos días después) De nuevo prendo el ordenador y esta vez soy yo quien hace la llamada, me siento en la silla y espero a que conteste. ⎯ ¡Cuñado! ⎯ me dice la voz de Valente, una tan alegre que resuena en toda la habitación ⎯, ¡vaya habitación de hotel! ⎯ y luego se escucha su risa. ⎯ Valente, gracias por aceptar mi llamada ⎯ le agradezco, ya que me urgía platicar con él. ⎯ Lo que mi cuñado favorito desee, por cierto, unas botellas de vino gratis no me caerían mal ⎯ me bromea. ⎯ Pues, solo era pedirlas, creo que es falta de confianza ⎯ contesto. ⎯ Bueno, aunque te soy honesto, Valle y yo somos más fanáticos del tequila, ¿no has pensado dedicarte mejor a eso? ⎯ No lo sé, podría ser una opción de negocios, lo consideraré. ⎯ Pues si gustas invertir, yo estaré dispuesto. El tequila Valente creo que sería un éxito, no sé considéralo. ⎯ Lo haré, aunque mi llamada no era para proponerte negocios, sino para otra cosa. ⎯ Bien, dime, ¿para qué soy bueno? ⎯ me pregunta ⎯ o más bien, ¿qué hiciste? ⎯ ¿Qué te hace pensar que hice algo malo? ⎯ inquiero. ⎯ Yo nunca dije malo, ahora sí sé que hiciste algo malo ⎯ me asegura. No recordaba que Valente era como Valle, no solo por los mismos rasgos, sino porque saben sacar la información de una manera sorprendente. ⎯ Valle, tiene un nuevo amigo ⎯ comienzo con esa frase, y el rostro de Valente cambia a uno que no sé si me agrada. ⎯ ¡Ah, sí! Salvatierra, ¡uf!, ¡bombón!, mi hermana tiene un imán para todo tipo de hombres. Desde los más ñoños hasta los más guapos, y este, es guapísimo. ⎯ ¿Cómo supiste?, o ese es otro truco de mellizos. ⎯ No, me mandó un mensaje, Diego, ese truco solo funciona cuando estamos cerca. ¿Qué pasa con Salvatierra? ⎯ Pues, pasa que quiere que tu hermana me deje por él. Solo por contarte un resumen. ⎯ ¿Y? ⎯ me pregunta, como si no le importara ⎯, ¿qué quieres que yo haga? ⎯ Nada, bueno, no sé ⎯ hablo dudoso ⎯, solo quería hablar con alguien, contárselo y desahogarme o al menos que me diera un consejo. ⎯ ¿Para tus celos?, ¿qué te hace pensar que me pondré de tu lado? Te llevaste a mi hermana a Argentina, la extraño, aunque extraño más a su comida. ⎯ Es en serio, Valente ⎯ respondo serio. ⎯ Ok, te diré lo que quieres escuchar porque es la verdad. Valle no te engañará, no quiero pensar que tú piensas lo mismo que todos los demás. A ella la engañaron, ¿lo recuerdas?, sabe exactamente lo que se siente y créeme, tú no lo vas a experimentar. Además, si nos ponemos a analizar las cosas, tú eres quién está rodeado constantemente de mujeres, incluso el 90 % de tus seguidores en r************* lo son, ¿no crees que ella pueda pensar que cada noche metes a una a tu habitación? ⎯ Pero, es que no es verdad ⎯ hablo. ⎯ Exacto, ¡ese es mi punto!, Valle confía en ti. Sin embargo, después de meses de matrimonio te sigues preguntando si ella te es fiel o no, y eso no puede seguir así. Valle te cuenta todo, Diego, absolutamente todo, ella no quiere dejar los cabos sueltos, ni hacer que haya malos entendidos, ¿entiendes? Hasta te contó cuando bailó con él. ⎯ Ese es mi punto, ¿por qué bailó con él?, ¿por qué deja que él se acerca de esa manera? ⎯ digo un poco molesto. ⎯ ¿Qué?, ¿ella no tiene derecho a bailar, pero tú sí a que una seguidora se tome una foto contigo abrazada o dándote un beso en la mejilla? A Valle le gusta bailar, es más, tú nunca la has llevado a bailar ahora que me acuerdo. Suspiro, y al parecer mi rostro le dice todo, porque él continúa. ⎯ Valle, no hace las cosas con Salvatierra con la intensión de ponerte celoso o de coquetear, solo que a veces sigue la corriente. Se cansa de inventarse qué hacer cuando no estás, pero, tiene sus límites que no sobrepasará. Lo juro. ⎯ Lo sé, solo que me muero de miedo de… ⎯ confieso. ⎯ Diego, escúchame. Si sigues así, la obligarás a que se quede encerrada todo el día en el departamento y ella no es así. Cuando la conociste, ella era dueña de un restaurante, jefa, manejaba un personal, planeaba y salía a trabajar todos los días. Ahora, no puede salir ni a la calle, sin que la fotografíen o la critiquen; que si un día trae mal la falda, que si el cabello lo trae desarreglado. Si tú la engañas, tus admiradoras dirán que hiciste bien, porque ella no era digna de ti. Si Valle te engaña, dirán que no es justo para ti, y la harán mierda por donde vaya. ¿Por qué Valle quisiera eso?, o qué, ¿la quieres esconder porque te avergüenzas de ella? ⎯ ¡Eso nunca!, estoy increíblemente orgulloso de ella ⎯ respondo de inmediato. ⎯ ¿Entonces?, ¿por qué la escondes? ⎯ me pregunta ⎯ ¿por qué no le das su lugar en frente de todas tus admiradoras, y personas importantes?, por eso no la respetan, por eso le creyeron a Sam cuando puso ese artículo horrible. ⎯ Lo sé. ⎯ Lo que Salvatierra está haciendo, es eso, le está dando su sitio, uno que le das tú de vez en cuando, pero, ella te lo da todos los días aunque estés ausente. Valle te quiere, ¿recuerdas cuando vivías aquí en San Diego?, te inventó un menú exclusivamente para ti, aprendió italiano para poder encajar en tu familia, te defendió delante de mi padre y dejó de trabajar el fin de semana para poder estar contigo, si eso no es darte tu lugar, no sé qué más deba hacer. ⎯ Me haces sentir terrible, Valente ⎯ le comento. ⎯ No lo hice para eso, lo hice para que recuerdes que para Valle eres todo Diego, absolutamente todo, y aunque Salvatierra esté allá con ella, te puedo jurar que tú estás en su mente, todo el tiempo. No desconfíes, que ninguna mujer cruza los mares para dormir en la cama de otro. Como si no la conocieras, yo tendría más miedo de ella, que de Salvatierra ⎯ y su comentario me hace reír. ⎯ Tienes razón ⎯ admito. Valente ve la hora.⎯ Ahora me voy, debo empezar mi turno en la ambulancia. Confía en Valle, dale su lugar y sobre todo, no la sueltes Diego, porque ella te siguió a un mundo que jamás había visto y ahora lo recorre sola, y no hablo de Argentina, tú sabes a lo que me refiero. Sé, su guía como ella fue la suya. Entonces, sin decir más, Valente apaga la pantalla y yo me quedo sentado en la silla. Todo lo que me dijo es verdad, aún me sigo preguntando si Valle me ama o no cuando lo ha demostrado en millones de detalles. Busco el usuario de Valle y le marco enseguida, ni siquiera me fijo en la hora y espero que me conteste. ⎯ ¿Topi? ⎯ me dice de inmediato.⎯ Estoy en la cocina, dame unos minutos. ⎯ Chef, como quedó la crema ⎯ veo que un chico se acerca y le da a probar algo en una cuchara. ⎯ ¡Guau!, tiene mucha sal, hazla de nuevo, sigue la receta tal y como está ¿entendido? ⎯ habla ella firme. ⎯ Sí, chef ⎯ y el chico se aleja. Valle sale de la cocina y puedo ver la parte de afuera, Salvatierra se encuentra al fondo hablando con el contratista y otras personas remodelan el lugar. Ella busca una silla cerca de la ventana y se sienta. ⎯ ¿Qué pasó?, ¿todo bien?, ¿llegaste bien? ⎯ pregunta sonriente. ⎯ Yo no me avergüenzo de ti ⎯ le digo sin contestar sus preguntas ⎯, al contrario, estoy increíblemente orgulloso de todo lo que hiciste y haces. Desde que te conozco no puedo ver el mundo porque solo tengo ojos para ti, eres la mujer de mis sueños, la única que me conoce a la perfección, te amo Valle Sandoval ⎯, ella me sonríe y me le da un beso a la pantalla.⎯ Cásate conmigo ⎯ le digo y ella se ríe. ⎯ Pero si ya estamos casados, Diego, ¿recuerdas? ⎯ y me muestra los anillos que trae en su dedo. ⎯ No, cásate conmigo, tengamos una boda grande, con tu familia, la mía, amigos y tomémonos muchas fotos. Tengamos un gran festín y después nos podemos ir de luna de miel dónde tú quieras. ⎯ Estás loco, Topi, ¿qué tienes? ⎯ me pregunta. ⎯ Nada, solamente le estoy proponiéndole matrimonio a mi esposa. ⎯ Venga, dime ⎯ insiste. Suspiro y veo sus ojos verdes mirándome fijamente. ⎯ Hablé con Valente. Me dijo que no te doy el lugar que mereces, que eso lo tiene molesto, ¿crees que no te lo doy? ⎯ Diego, no creo que sea momento de hablar de eso, acabas de hacer la declaración más romántica, no lo arruines con eso. ⎯ ¿No te lo doy? ⎯ insisto. Ella no dice nada, pero su rostro lo dice todo. Valle no puede mentir, no sabe cómo hacerlo y eso es una gran ventaja para mí, una muy mala.⎯ Lo arreglaré. ⎯ No pasa nada, Diego, no te preocupes, yo entiendo que hay cosas que no puedes hacer. ⎯ Lo haré, mañana por la noche. ⎯ Yo te amo Topi, y te extraño montones. Por cierto, creo que hoy en la noche no podremos hablar porque tengo que quedarme a algo con los socios y llegaré tarde, pero te prometo que te lo compensaré ¿va? ⎯ Está bien, mi amor, pero aún no te puedes ir sin responderme lo que te pregunté. ⎯ ¿Qué? ⎯ ¿Te casas conmigo? ⎯ y le sonrío. ⎯ Sí, mil y una veces sí ⎯ me contesta y sonríe. ⎯ Esta propuesta tendrá un mejor escenario cuando regrese ⎯ le digo y ella sonríe. ⎯ Vamos avanzando, de la cama a un restaurante, no puedo esperar dónde será la siguiente ⎯ me dice. ⎯ Será genial, eso te lo aseguro. ⎯ Chef ⎯ escucho la voz de una chica ⎯ la necesitamos en la cocina. ⎯ Me tengo que ir Topi, pero puedes mandarme todos los mensajes que quieras y te los contestaré, solamente para compensar que esta noche no nos veremos. ⎯ Lo haré, corazón. Ahora ve y sé chef. Ella vuelve a besar la pantalla y luego la apaga dejándome solo en la habitación, añorando estar allá con ella.
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