Alejandro - ¿Pero qué tonterías dices, hombre? (me había dicho mi amigo en más de una oportunidad durante el tiempo de soltería transcurrido entre mis dos matrimonios, cuando nos encontrábamos hablando de mis sentimientos encontrados para con la situación de Eva y yo le salía siempre con la misma explicación) Franco – Es lo que siento… (suspiré) Alejandro – Pero… ¡Con lo que tu amas tu trabajo no puedes decir eso! Franco – Pues es cierto… y de verdad que trato de pensarlo cada día. Pero luego cuando todo pasa y ella debe volver a su rutinaria vida de apariencias, me entran las dudas y todo se desmorona en mi… y te puedo jurar que en cada una de esas veces pienso que podría querer tener menos cosas que me hacen feliz laboralmente, menos logros que algunos incluso los tengo sin haberlos s