Franco - ¡Qué bueno que han venido! Así será más creíble todo cuando llegue Sofi.
Alejandro - ¡Vale! Ya cuenta… ¿no? (pasando a la cocina y sirviéndose un café de la máquina)
Franco – Ya, ya… ¡Qué pesado! (viendo como Manuel me miraba fijamente, sin tocar todavía las tostadas que había estado preparando desde que me llegó su mensaje y que acababa de depositar en su plato)… ¡Ni se les ocurra contar delante de Sofi que amanecieron en otra parte! ¡Tampoco mencionen a las chicas, por favor! (mirándolos a ambos como diciendo una obviedad) ¿Y a ti qué te pasa? (al ver que Manuel no dejaba de mirarme)
Manuel – Que no puedo creer que te acostaste con otra anoche…
Franco - ¡Ya para el sermón, hermano! (sentándome y bebiendo un sorbo de café muy tranquilamente) Y no digas nada ¿si?… (mirándolo f
