—¿P-por...que me besaste?—titubee y agache la mirada buscando un lugar donde posar la vista, un lugar a salvo de esa mirada profunda y de todo lo que me hacía sentir cada vez que me observaba. —¿Te molesta que lo haga?—cuestionó, al mirarlo de reojo note que había alzado la ceja quizás entretenido por mi reacción—mi consejero, máximo cree que la llegada de la princesa de Cromenia puede llegar afectar la opinión que el pueblo tiene sobre nuestra relación, han pasado varios días sin que la gente e incluso la servidumbre no vea juntos, así que pensé que la mejor forma de evitar rumores absurdos seria demostrándonos afecto en público ¿Hay algún inconveniente? El rubor de mis mejillas aumento al darme cuenta de que estaba pensando cosas que no eran y que William siempre tenía un porque para t

