Al día siguiente: 26 de enero Siento sus labios besando mi cuello y sus dedos recorriendo mis brazos de manera provocativa y así es imposible seguir durmiendo... —Mmmm...— Murmuro y a pesar de que no puedo verle, sé que está sonriendo. —Buenos días futura esposa. — Susurra y mueve intencionalmente sus brazos para rodearme y colocar sus manos sobre mi abdomen — ¿Cómo has dormido? — Pregunta a mi oído y sonrió. —Sabes perfectamente que casi ni hemos dormido... entre tu afán por poner una fecha definitiva para la boda, y los besos que me has dado; no he podido descansar mucho. — Explico haciéndole reír. Gael me aprieta más fuerte contra él hasta el punto que puedo sentir toda su masculinidad cerca de la parte más sensible de mi cuerpo y esto me quita el aliento.—Anoche no parecías quejart