02

1114 Palabras
Esta vez todos atacaron a la vez proporcionándome varias heridas, caigo de rodilla agitada me encontraba débil, con toda la fuerza que quedaba en mi intento atraer mi espada a mi “karesigak” pronuncie y esta se arrastro hacia mí con ágil movimiento y con mi último aliento, extermino a dos  que estaba cerca de mí, rápido tomo mi arco y disparo a dos más en la cabeza, mis ojos viajan rápidamente a la puerta la cual el demonio había profanado, suspiro aliviada por a verlo detenido a tiempo, pero al mismo tiempo me sentía fracasado le había fallado a mis ancestros después de 200 siglos alguien la había abierto, “nadie debe entrar o salir de ahí”  intento permanecer centrada con sus palabras aun taladrándome la cabeza, la agito deshaciéndome de todo y centrándome en mi objetivo, pudieron abrirla, pero no les permitiré llegar a esta ellos, una fuerte brisa soplo por todo el lugar como un oleada fuerte me derribo y arrastro hasta dentro del templo, me incorporo y tomo rápidamente mi espada e ignoro el dolor de mis heridas, debía impedir que lleguen mas allá “es la ultima esperanza del mundo, los últimos 7” “a veces nuestra única opción, es confiar en el enemigo” “nunca estarás sola”  cada una de sus palabras rondaban mi mente y necesitaba estar centrada, pero mis esperanza perecieran esfumarse cada instante aparecían mas y mas, suspire alejando toda duda de mi les llame pero nadie me respondió, -       cuando todo esté perdido y no haya más salida llámalo. -       ¿Quién es él? – cuestione curiosa. -       Es la segunda línea de fuego, tu soporte zen el hijo de la noche. -       ¿Quién es? -       ¿Qué es, seria la pregunta correcta pequeña Lyn, eso lo sabrás a tu tiempo.     Te necesito ven a mi “Rhoncus, fili invoco noctis” (zen, hijo de la noche a ti te invoco), las palabras salieron mas en todo de desesperación que otra cosa, no paso nada. -       Esta sola en esto Lyn, siempre lo has estado. – susurre para mí.     Tome el arco y entre giro y maniobras esquivando sus ataque fui disparando y terminando con ello, una vez agote las flechas continúe con la espada mis movimientos eran no podía moverme con gran velocidad, cada segundo perdía más fuerza, sentí su mordida en mi hombro a mi espalda y le penetre con la espada, todos empezaron a morir había algo en el lugar se movía muy deprisa y no se podía ver estaba aniquilándolos a todos en unos segundos, recibí un golpe y caí al suelo, intente incorporarme pero simplemente no pude, estaba cansada, mis ojos pesaban las oscuridad me invadió, no sin antes visualizar esos ojos azules como el mar mirarme desde la oscuridad. Zen Ella me había llamado no eso no tenia duda, su olor y esa espada sin duda lo confirmaba era una de ellos, por primera vez y después de muchos siglo alguien había penetrado y abierto la cripta sagrada, aquellas bestia inmunda y seres oscuro se había atrevido a entrar a este lugar, “no confíes en ellos”  recordé sus palabras, me acerque ella despacio la olfatee y estaba en ella, aquel olor, busque la herida y la encontré estaba herida y envenenada por esas cosas, la arrastre dentro del templo oculto hasta mi refugio, una vez la despoje de su prendas cure sus heridas y saque el veneno de su sistema, le coloque prendas  y coloque plantas para que sanara. … -“están cercas, deben irse están en peligro” – kova pertenecía a la legiones de cata, guardianes espirituales siempre había cuidado y ayudado a mi tribu. -“corre Lyn” – grito una niña -“no sé, que paso pero los incineró a todos” – dijo el guardián, los suceso de aquella noche seguían siendo un misterio, nunca se supo con exactitud lo que paso. Ella seguía inconsciente deliraba y decía cosas sin sentido, su temperatura era muy elevada y cada poro de su cuerpo transpiraba  estaría bien, era una guardiana fuerte, prácticamente inmortales y con sangre de ángel en sus venas.   Su tribu y mi especie una vez fueron aleados, más bien uno algunos guardianes eran especiales tenia habilidades sobrenaturales para su especie, además de ellos nacían con un don que le permitía dominar e invocar los dragones,  una vez los dragones eran invocados su deber es cuidar a esa persona y serviles,  pero a mí ya me habían invocado para cuidar los últimos 7, pero ella sabia mi nombre, como lo puso. Habían tantas cuestionaste en mi cabeza, pero un solo pensamiento en mi cabeza “no confíes en ellos”, ellos habían matado y extinguido mi especie la salvación de mi especie y la suya eran los últimos 7, los cuales ella parecía cuidar, debía o no confiar en ella era la cuestión. “los persiguieron y los mataron a todos” – sus palabras seguían rondando mi cabeza. -¿Por qué lo hicieron? – gruñí  éramos aleado en esta guerra contra el mal, pero simplemente había terminado traicionándonos. …… Lyn Despierto en una especie de refugio, ¿dónde estaba? ¿Cómo había llegado ahí? Me levante despacio y cubrí con mi ropa toda sucia y rasguñada, todo llego rápidamente a mi la noche anterior y me incorporo rápidamente a la defensiva, me guía por las luces y trato de sesionarme de que los últimos 7 estuvieran bien, tomo rápidamente mi espada. “derecha, izquierda, izquierda, abajo, derecha al fondo, solo debes ir a ahí si es de suma importancia y están peligrando, es un lugar sagrado y espero que entienda eso Lyn por ninguna razón deben caer en manos equivocadas, seria la destrucción de todo y todos. Corrí por  los pasillo a toda prisa,  llegue al fondo y no había nada solo un muro vacio intente empujar, quizás sea algún pasadizo pero no había nada, recapitulo en mi mente las intrusiones, deslizo mis manos por el muro, había una escritura en la pared, empecé a limpiarla y sentí algo soplar a mi espalda y gruñir, tome mi espada y gire en espera y búsqueda de mi oponente, pero no veía nada, recordé lo de la noche pasada. -       Muéstrate,  se que estas aquí – ordene.   No recibí ninguna respuesta, cerre los ojos y me deje llevar por mi instinto y tire varios golpes al azar, sentí uno encontrar mi objetivo, un gruñido se escucho al instante acto seguido, fui derivada y aplastada por algo muchísimos más grande que yo, intente alcanzar mi espada pero fue tirada lejos de mí. -¿Qué eres? – dije con dificultad por el peso que ejercía sobre mí, y mis ojos se abrieron a más no poder, sus ojos y su cara estaba a poco centímetro de mi sentía su respiración soplarme, gruño en forma de amenaza, yo simplemente estaba helada, quedaba uno y estaba justo aquí frente a mí. ……………
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR