“tengo paciencia, apunto con precisión y no me tiembla el pulso cuando tomo una decisión” – susurre mientras soltaba la flecha que atravesó la cabeza de aquella bestia inmunda, era la última de esta noche esta vez fueron más organizados y menos predecibles algo estaba pasando, su comportamiento había cambiado.
Mi nombre es Lyn la última guerrera del clan de las espadas de plata, fui entrenada desde pequeña para esta misión “cuidar, proteger la cripta y su contenido” ningún guerrero, ni demonio había penetrado las puertas y debía permanecer así, una cosa tenia clara allí se encontraba el ultimo soplo de vida de los dioses a este mundo y sin ello la humanidad perecería, junto con todo lo que conocemos.
Saque la flecha y al instante el resto de esa bestia se desvaneció, camine despacio y alerta retirándome del lugar, sentí su olor y esencia, saque la espada y en un rápido giro la corte en dos, esa viscosidad negra conocida cubrió la espada y mi traje, maldije molesta.
-Eso estuvo cerca - susurre para mi, mientras maya mi loba gruñía aun alerta.
-tranquila nena ya ha pasado – sube su lomo, para tranquilizarla, camine despacio hasta la entrada una vez verifique que todo permaneciera en orden, invoque aun kodamas eran espíritus protectores de los árboles y los bosques.
Me dispuse a darme un baño en el rio subterráneo que pasaba bajo la montaña, me despoje de todo y entre al agua con cada noche estaba helada, tiempo después me había cambiado y afilado de espada, mientras cocinaba la cena en la hoguera.
-hoy tenemos carne de conejo y unos champiñones ¿eso te agrada maya? – dije sonriente mientras movía el contenido en la hoguera.
Maya ladro en respuesta, una joven loba la había criado desde que era pequeña, su manada le abandono tras nacer enferma la cure y crie desde entonces, me era de mucha ayuda en la caza y para alertarme cuando habían enemigos cerca.
Una vez había cenado, me dispuse a escribir una carta de notificación a mis ancestros eran mi guía y consejero, le informe la situación y me dispuse a descansar, mañana seria otro gran día.
“todos corrían en la árdea, había fuego por todas partes el sonido del impacto del metal contra el metal, resonaba por doquier los gritos, las voces ahogadas por el ruido, aquel subido ensordecedor y sus alas al aletear, se escuchaba por todo el lugar, nos alejaron refugiándonos en el bosque había muchos estaban por todas parte, pronto penetrarían el templo una ola de fuego arrasó con el lugar y acabo con todo a su paso, el mato a todos solo un par de mayores sobrevivieron esa noche y 7 niños, se nos oculto y entreno, éramos la ultima esperan del mundo, recaía sobre nosotros la responsabilidad de mantener el equilibrio”.
Despierto exaltada de nuevo los recuerdos de aquella noche, suspiro profundo y me incorporo los reflejos de sol empezaban alzarse sobre las montañas.
-buenos días pequeña –mientras sobaba su cabeza. -¿Qué tenemos para hoy? – ella ladro en respuesta le lance un objeto y corrió en busca de él.
Después de un rato de meditación y conexión con el mundo de los espíritus, me dispuse a ir de caza, esta vez tome altura trepe encima de un árbol mientras maya esperaba quieta debajo, espere, apunte y lance el animal cayo inerte al instante, maya corrió por el y arrastro hasta mi.
-buen trabajo bonita – susurre.
Caminamos de regreso a nuestro hogar, el día transcurrió con prisa una tormenta se acercaba había mucha lluvia esta noche, vientos y truenos me era difícil ver por la cantidad de lluvia, permanecí alerta y en espera, su aroma llego a mi tomándome totalmente por sorpresa dos noches seguidas y por la cantidad sus enorme ojos rojos resaltaban en la oscuridad, eran muchísimos, más que nunca invoque kova permanecía sereno a mi lado.
- Me caería de maravilla en saldremos de estas, pero tú no hablas. – dije con resignación a el espectro que estaba a mi lado.
- Kova, toma toda la energía que necesites de mi, pero no los dejes pasar. – el asintió en repuesta.
- ¿Qué están esperando?- susurre mientras empuñaba mi espada y observaba el panorama, algo andaba mal, era un comportamiento inusual que esperaban, de repente un destello deslumbro el lugar y una enorme bestia apareció frente a mi .
- Ese es mío kova –informe de inmediato se acerco a mi y los demás le siguieron el ataque, me defendi ante su ataque con agilidad y destreza me doblaba en tamaño y fuerza debía ser inteligente, eran demasiados, maya ladraba mientras evitaba que se acercaran a la puerta.
Mi vista seguía centrada en aquella enorme bestia, luchamos por varios minutos, soy atacada por atrás por otro demonio, recibo un golpe tras golpes por ambos, perdiendo mi espada logro alejarme un poco y recuperarme, tomo el arco y hago tres disparos a la bestia en el pecho, saco otra tras dar una vuelta disparo a la cabeza, acabando con el, inmediatamente pierdo de mi vista la bestia por unos segundos estaba siendo atacada por mas demonios, retomo mi espada y continuo la lucha, ladeo mi espada acabando con el de mi diestra y acto seguido, girándome para penetrar el de atrás con la espada. Busco rápidamente al la bestia y la ubico en la muerta, murmuraba algo intente llegar hasta él, pero soy interceptada por un par mas, no soy consciente de la otra bestia y soy golpeada y lanzada contra la puerta de la cripta, un quejido de dolor se escapa de mientras intento ponerme de pie, mi espada había caído a varios metros de mi, soy consciente de la herido que atravesaba mi abdomen, busco a kova con la mirada pero no estaba había desaparecido, no tenía suficiente fuerza para invocarle nuevamente, quedaban alrededor de 15 sombras aun, empuño mi daga y empiezo la lucha.
-adelante- susurre.