Los días posteriores a la recuperación de Ian se hacen eternos para él.
Sé que desea volver a sus actividades normales. Por mi parte estoy tomándolo con calma e intento amenizar su estadía en casa.
Y durante ese tiempo no puedo dejar de pensar en que debo hablar con Ian sobre una posible cirugía correctiva.
Sin embargo, tengo que hacerlo.
Él sabe que pasa algo, lo sé porque me ve de una manera interrogante cada que estamos juntos.
Salgo de mis pensamientos cuando siento como la boca de Ian deja besos por mi cuello mientras intentamos ver alguna película.
Es difícil mantenerle ocupado cuando es evidente que ambos queremos estar con el otro.
—Puedo escuchar los engranajes de tu cabeza, ¿Qué ocurre?
Le doy pausa, dejo el control a un lado y encuentro con su mirada.
—Solo pienso en co
