POV Fernando. Entro a mi habitación donde está mi escaso equipaje, recojo todo antes de tomar mi móvil. Marco y espero que respondan. —¿Hola? —Se supone que entretendrías al imbécil de Gino. Escucho el resoplido a través de la línea. —Lo sé, pero él estaba decidido a irse. —Terrence —gruño. —Lo siento, ¿sí? —Titubea, —tuve un imprevisto y se me olvido llamarte. Maldigo entre dientes. «Se supone que Terrence era un cliente interesado, debía ocupar su tiempo el fin de semana.» —¿Dónde estás? Cierro los ojos ante su pregunta. —Voy de regreso a casa. —Entonces no salió como esperabas —, no es una pegunta. No, no salió como esperaba. —Tengo que dejarte —espeto, en cambio. Cuelgo y me quedo unos segundos en silencio pensando que hacer. Porque si bien me iré ahora, no quiere deci