María — Hola – dice Max entrando a la habitación, se recuesta a mi lado y me da un suave beso en los labios — Hola – contesto sin emoción — Dice Felipa que no has salido de la habitación en toda la tarde – dice mientras acaricia mi mejilla — ¿Es por Alicia? – pregunta y lo miro ceñuda — ¿La viste? – pregunto y Max asiente, una furia inmensa me recorre las venas — ¿Y de que hablaron? – pregunto enojada, Max me besa los labios y sonríe — De nada importante – dice y lo miro irritada, no piensa decirme que habló con ella, enfurezco al instante — No te enojes, ya sabes que está loca – dice Max y se acerca más a mí — Si, por ti – digo con molestia, él sonríe y me vuelve a besar — Que lástima porque a mí solo me vuelve loco cierta señorita hermosa que está acostada a mi lado – dice jugu