María La mañana llega y tengo unas ojeras horribles, Max y yo aún estamos un poco enojados, supongo que cuando regresemos nuestra casa sin tener que soportar a la zorra de Alicia y al idiota de Bruno todo se solucionara — Hola María – dice don Emiliano al verme bajarlas escaleras, lo miro y sonrío — Hola – digo con timidez — ¿María podemos hablar? – dice don Emiliano, asiento y me hace señas para que lo siga a su despacho, sé que me va a decir que no nos vayamos, pero no pienso ceder, Max y yo nos la vamos a pasar peleando si seguimos aquí — Max me dijo que se van – dice Don Emiliano con agobio — Si, los siento – digo con tristeza al mirar su desconsuelo — María quédense, por favor – dice don Emiliano con suplica — Don Emiliano – digo, pero él me interrumpe — Estoy enfermo –dice y