María
Estoy en la oficina, mi odiosa jefa está de mal humor, y si de buenas es insoportable, de malas no hay palabras para describirla
— Hola primita, vine por el dinero – dice Alejo llegando hasta a mí, diablos, se me había olvidado por completo que iba a venir
— Alejo son las 10 de la mañana ni siquiera he ido al cajero – digo irritada
— Pues ve de una vez, o si quieres dame tu tarjeta y yo voy – dice Alejo con seguridad
— ¿Estás loco, o borracho o se te zafo un tornillo? – digo y él sonríe
— Vamos, ¿crees que soy capaz de robarte? – dice y le ruedo los ojos, Max sale del elevador y mira al idiota de mi primo con molestia
— Hola Max, ¿cómo pasaron la noche? – pregunta Alejo y lo fulmino con la mirada, Max lo mira con enfado
— Bien – contesta Max secamente y Alejo ríe con perversi
