Dylan No podía creer que estos dos idiotas casi se fueran a golpes, ¿Desde cuando mi vida era tan irreal? No solo tenia a mi mejor amigo confesándome sus sentimientos y transformándose en mi perro guardián, sino que también tenia al chico malo insistiendo en formar una amistad, tratando de que lo vea de manera diferente a como lo imagine todo este tiempo. Ahora mientras la motocicleta no hacia sino acelerar, en mi mente no dejaba de cuestionarme si había sido un movimiento acertado, es decir, estábamos alejándonos bastante de la escuela. Cuando por fin se detuvo, observe la plaza en la que nos encontrábamos, reconociendo la exacta dirección, estaba solo a pocas manzanas de casa de Tracy y Robert. Estar aquí solo me recordaba que mañana tendría que venir y cuidar a Uriel. Pero no solo