Chase Baldwin.
—Hoy toca la última firma, tenemos que estar a las tres en la…
Peter lleva media hora hablando de los últimos detalles para la adquisición oficial de la cosmetería, pero yo no estoy entendiendo nada de nada. Tengo una imagen en la cabeza, como si me la hubiera tatuado en la frente, para mi consternación: el maldito cuerpo de Vanessa debajo de mí, sudoroso, jadeante y sometido a lo que yo quisiera hacerle.
Me digo y me repito que solo es la extrañeza por su comportamiento, por la diferencia evidente en lo que yo conocía de ella y lo que es ahora. Por más que anoche busqué en sus ojos a la mujer manipuladora y egocéntrica, solo obtuve una rendición total de su parte. Una entrega que, a la vista está, me afectó más de lo que debía.
Trato de engañarme, diciéndome que el se
