Luz se levantó de la cama con cuidado y caminó hacia el sofá donde su esposo se encontraba dormido. Se acercó y vio a la niña profundamente dormida con ligeras marcas de color blanco que tenía sobre los labios. Le sonrío. Entonces tocó la frente de su marido y él abrió los ojos. —¿Amor?— Preguntó Luz. —Hola, no te queríamos despertar así que mejor nos quedamos aquí. —¿Qué fue lo que pasó? —Preguntó—¿Cómo? David con mucho cuidado se puso de pie y le mostró a la bebé.— Comió hasta quedarse dormida, pobrecita.— Contestó y luego se la puso en brazos y Luz la recibió con una hermosa sonrisa. —Hola Sila.— Murmuró pero la niña dormía profundamente—¿Cómo la ves? —Un poco mal, necesito revisarla mejor pero necesito estar en un lugar donde haya acceso a hospital y medicinas, así que es