—Me despidieron.— Habló Luz cuando vio a David en la cocina. —¿Qué? ¡Cómo! —Me despidieron David, por incumplimiento de contrato así que... ya no hay porqué temer. David abrazó a su esposa y ella recargó su cabeza sobre el hombro. Se quedaron así un instante mientras escuchaban a la chiquitina jugar con Sila mostrándole su sirena. —¡Ay mi Luz! — Murmuró. —Está bien, lo veo lógico David, además ahora tenemos a Sila y debemos concentrarnos en ella y en todo lo que necesita y bueno, podemos aprovechar para sacarle los papeles y tomar el vuelo de regreso a España, aprovechar que tus padres vinieron ¿no crees? —¿Qué dices? ¿Te quieres regresar a España? — Pregunta su mirado sorprendido y luego se separa para ver a su mujer. —Es lo más lógico mi amor, mi sueño se terminó y el tu