—¡Dios mío! Estuvo muy buena la ida a los museos ¿no? — Expresó una Ximena preocupada al ver a Manuel en la sala de emergencias con el brazo roto. —Yo lo cuidé, iba bien... él se paró en la orilla de las escaleras.— Alegó Tristán. —Qué chistoso Ruíz de Con, ahora resulta que ese es tu pretexto.... Mi hijo tiene el brazo roto... es escritor ¿lo sabes? —Pues que me dicte y yo le transcribo todo.— Contestó David yerno. —¡Ah! chistositos...¡Muy graciositos! — Volvió a decir ella. —Ya mamá, no pasó nada... no la estábamos pasando bien ¿qué no? La próxima vez no me paro tan cerca de las escaleras. —Ves, cuidé bien al niño.— Contesta Tristán y va hacia su mujer para abrazarla.— Todo esta bien, todos ya estamos bastante sobrios.— Le consoló.— Pero debes aceptar que Manuel está grande p