—¿Rosalba?—cuestiono Alba mientras miraba en todas direcciónes, esperando no ser descubierta hablando por teléfono por su jefe en pleno horario de trabajo. —Oh, creí que no responderías—expuso su amiga sabiendo que probablemente estría trabajando, pero quiso intentar llamarle, después de todo recién acababa de llegar a la ciudad y además de descansar, quería relajarse con su amiga, habían sido días pesados para ella, así que había pensado en tomarse un par de tarros de cerveza para relajarse o al menos olvidar la tensión del trabajo— en fin, creí que querrias tener una noche de chicas conmigo. —¡Si, por favor!—casi grito Alba en el pasillo, por lo que algunos trabajadores qué andaban por ahí, la miraron de forma extraña ya qué Alba daba la impresión de ser una chica tranquila. —Bien—di