Al día siguiente: 18 de diciembre Ha sido una noche larga, ya que Caeli paso toda la noche luchando con la fiebre, pero afortunadamente ha amanecido mucho mejor. Coloco la taza de té y las tostadas sobre la bandeja y luego voy hacia su cuarto. —¿Caeli? —pregunto al entrar al cuarto y no verla en su cama. —Estoy acá —la escucho decir y pronto se abre la puerta del baño. La veo salir y noto su mirada perdida. —¿Estás bien? —pregunto preocupado y no pronuncia palabra—. Caeli, ¿Qué ocurre? —presiono cuando ella se sube a la cama y se acuesta abrazándose a la almohada. —Siento que se me va a caer el mundo encima —expresa y respira hondo. —Eres una mujer fuerte, estoy seguro de que pronto te sentirás mejor —murmuro sentándome en el borde de la cama después de dejar la bandeja sobre la me

