[KIAN] Esa misma noche Las responsabilidades del campo han quedado a un lado por unos días, al menos para Caeli y para mí. Creo que ambos necesitábamos esta pausa. Mis padres, con su visita, se han convertido en la excusa perfecta para soltar un poco el peso de la rutina. La casa está en silencio. La única luz que se cuela es la del fuego que aún crepita en la chimenea, tiñendo las paredes con un resplandor cálido y anaranjado. Afuera, el viento sopla suave entre los árboles, y el sonido distante de los caballos en el establo acompaña la noche. Caeli está recostada sobre mi pecho, jugando con mis dedos distraídamente. Su cabello huele a lavanda y su respiración es tranquila, pero puedo sentir en su silencio que algo ronda su mente. —Tus padres son un amor —susurra de pronto, rompiendo

