[KIAN]
Al día siguiente: 11 de mayo
El sol apenas empieza a filtrarse por las cortinas, pero yo ya estoy despierto. No porque haya dormido mal, al contrario: la noche pasada me dejó una paz tan intensa que todavía vibra en mi pecho. La sorpresa que Caeli me preparó fue tan simple y tan inmensa al mismo tiempo, que siento como si algo en mí se hubiera sellado para siempre.
La miro dormir a mi lado. Sus pestañas descansan sobre sus mejillas y su respiración pausada me acompaña como un murmullo sereno. Extiendo la mano y aparto un mechón de cabello que le cubre el rostro. En ese gesto tan pequeño me descubro vulnerable, porque lo que siento por ella no es solo ternura: es un amor que me consume, que me enciende y que me da miedo por lo absoluto que es.
Pienso en cómo era mi vida antes de
