El rostro de Bastian, al igual que antes, se nota duro e inflexible. Parece molesto, de una forma que, tal vez, nunca había visto antes, porque, desde la perspectiva de todos, él está demasiado tranquilo y no sé qué es lo que está pensando ni tampoco de qué manera va a actuar para resolver esta situación, o mejor dicho, esta emboscada. —Muy diligente de tu parte, preparar el lugar donde vas a morir— declara Armand y sus palabras me perturban porque no había pensado en la posibilidad de que esté seria más bien una pelea a muerte. —En realidad planeo levantar un monumento al hombre más estúpido del mundo—bromeo Bastian tensando la mandíbula, sus palabras emergieron de su boca con cierta arrogancia y soberbia—y este sitio será tu tumba. Armand soltó una pequeña carcajada mientras su mano,

