—Así que los reyes también sangran—se burló Armand sin dejar de apuntar su espada contra Bastian y él simplemente lo miraba con una expresión fría y severa, tal y como el viento que soplaba sobre nosotros—ahora mismo veremos si también son invencibles. —¡Bastian!—grito cuando me doy cuenta de que Armand está listo para asesinarlo justo en ese momento. Blande su espada contra él ocasionando que las antorchas que están a su lado terminen por apagarse, así que por un momento, me parece que no veo con exactitud lo que sucede, aunque sí escucho ruido, el ruido de la espada chocando contra algo. Trago saliva y espero con el corazón desbocado a que las antorchas, con la pequeña chispa que aún tienen encendida, vuelva a alumbrar el sitio y cuando eso sucede, observo que Bastian está de pie, aunq

