No conozco el camino, por lo que, para poder llegar a nuestro destino, casi la mayor parte del tiempo miro hacia la copa de los árboles, esperando ver las luces del palacio a la distancia. Rezo interiormente para que nada malo ocurra en nuestro camino hacia nuestro destino. Bastian está prácticamente tirado sobre mi hombro inconsciente, no puedo verlo ni tampoco si sus manos han recuperado un poco de su color, lo único que me alivia es escuchar su respiración, saber que sigue con vida porque de lo contrario mi desesperación ya habría aumentado. —Por favor, aguanta un poco más, pronto llegaremos—intento consolarlo, aunque en realidad no sé si me escucha, pero aun así quiero decir esas palabras de aliento para darme valor de continuar y no dejarme vencer por el miedo. Me detengo en una b

